ESTADOS UNIDOS
Dos cubanos detenidos por ser presuntos responsables de delitos en el sur de Florida
Uno de ellos enfrenta varios cargos por supuestamente prostituir a mujeres en Hialeah
Dos cubanos terminaron bajo arresto por ser presuntos responsables de delitos cometidos en las ciudades de Hialeah y Miami, informó América Tevé.
En el primer caso, detuvieron a Gustavo Luis Borrego por supuestamente prostituir a mujeres en una vivienda de Hialeah, situada en la calle 35 oeste.
La detención se logró gracias a una labor de la Fuerza de Tarea de Trata de Personas de la Oficina del Fiscal del Estado de Miami-Dade, tras una denuncia anónima.
Los agentes decidieron poner en marcha un operativo encubierto en los alrededores de la vivienda. Esto permitió observar a un hombre que entró a la casa el pasado martes y salió 30 minutos después.
El sujeto fue detenido y en un interrogatorio confesó que acudió a la casa por un servicio sexual a cambio de 140 dólares. Con la información proporcionada, un detective se hizo pasar por un cliente y llamó a un número de teléfono revelado por este hombre.
En la llamada le dieron la dirección de la casa y un precio de 130 dólares a cambio de relaciones sexuales. Al llegar, el oficial arrestó a una mujer mientras Borrego, de 37 años, se encontraba en el patio trasero, donde fue aprehendido.
La mujer confesó que respondió a un puesto de trabajo en el que supuestamente buscaban a “acompañantes sexys”, tras aceptar y ser llevada a dicha casa, le comentaron de qué trataba realmente el negocio.
Borrego le entregó un teléfono celular para organizar citas con clientes, y le dijo que le daría permiso de estar en la vivienda siempre y cuando ella le pagara 40 dólares por sesión.
Ahora el cubano enfrenta los cargos de obtener apoyo del producto de la prostitución, el uso ilegal de un dispositivo de comunicaciones, el alquiler de un espacio para la prostitución y la solicitud de otro para cometer la prostitución.
En el otro caso, un hombre de la misma nacionalidad, identificado como Gerónimo Méndez, terminó privado de su libertad por amenazar con un cuchillo a dos empleados del negocio Papo llega y pon, situado en 2928 del noroeste y la avenida 17.
Los trabajadores llamaron al número de emergencias cuando el sospechoso de 68 años entró hasta la cocina con el arma. Al llegar un policía, Méndez comenzó a gritar obscenidades y luego varias veces ¡Mátame!
El anciano fue arrestado con ayuda de refuerzos. En una corte de finanza, la jueza Mindy S. Glazer le propuso ser hospitalizado para un tratamiento, pero el cubano rechazó la idea y por eso permanece en la cárcel del condado sin derecho a fianza.