Dos cubanos intentan suicidarse en centro de detención de migrantes en EEUU

Dos migrantes de origen cubano, encerrados en el Centro de Procesamiento del Condado de Otero (OCPC), en Nuevo México, Estados Unidos, se cortaron las venas y otros 19 planean hacerlo como parte de un acto de resistencia masiva. 

De acuerdo con Freedom for Inmigrants, una organización no gubernamental cuyo objetivo es exponer y abolir la detención de inmigrantes en Estados Unidos, los dos sujetos -cuyas identidades no han sido reveladas- se encuentran en estos momentos bajo cuidados médicos. Mientras que los restantes manifestantes han sido recluidos en “régimen de aislamiento”.  

“La preocupación aquí no es el falso alarmismo; en OCPC, una verdadera tragedia no solo se avecina sino que ya se está desarrollando”, escribieron Margaret Brown Vega y Nathan Craig, voluntarios de la Asociación de Visitantes a Detenidos de Inmigración (AVID, por sus siglas en inglés), en una carta dirigida al Congreso. 

“Si la situación no se resuelve rápidamente, más hombres se cortarán las muñecas y un gran número de personas se declararán en huelga de hambre”, alerta la misiva. 

De acuerdo con la ONG, el sistema de inmigración de Estados Unidos, que niega vías legales para la liberación de los extranjeros, unido a los ataques xenófobos y racistas de la administración de Donald Trump presionan cada vez más a los solicitantes de asilo a tomar “medidas drásticas”. 

Represalias en OCPC

Freedom for Immigrants explicó en la nota que las personas que actualmente amenazan con suicidarse en masa también estuvieron involucradas en una huelga de hambre el pasado viernes. A algunos de estos migrantes se les ha negado de “manera inapropiada” sus entrevistas de miedos creíbles y a otros, sus solicitudes de asilo. La gran mayoría de los jueces asegura que los documentos presentados por los extranjeros son “falsos”.  

“Los jueces de inmigración en OCPC otorgan asilo a tasas significativamente más bajas que el promedio nacional, una importante fuerza impulsora detrás de las huelgas de hambre y las protestas en las instalaciones”, subrayó la entidad. 

No obstante, esta no es la primera vez que la OCPC es materia de denuncias por “conductas inapopiadas” y “represalias contra las personas detenidas”. Una investigación llevada a cabo en 2017 por la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional encontró condiciones inquietantes dentro de la instalación, desde agua potable sucia hasta el uso de represalias por aislamiento.

“El Congreso debería investigar por qué continúan las detenciones prolongadas y las denegaciones arbitrarias de libertad condicional, a pesar de las decisiones federales que exigen que ICE libere a los solicitantes de asilo por razones humanitarias y otorgue audiencias de libertad condicional individualizadas”, declaró Sarah Gardiner, directora de política de Freedom for Immigrants.

“Quitarse la vida en protesta es un acto de resistencia que hemos visto en todo el mundo cuando se abusa de los derechos humanos con total impunidad y la gente no puede contar con el gobierno, la ley o la justicia en ningún estado”, añadió Sofía Casini, Coordinadora Regional del Sur de Freedom for Immigrants.

El misterioso caso de Roylán Hernández

Esta noticia se da a conocer solo tres días después que el cubano Roylán Hernández Díaz, de 43 años, fuera encontrado sin vida en una celda de castigo del centro de detención para migrantes Richwood Correctional, en Luisiana. 

La viuda de Hernández denunció en Telemundo 51 que su esposo estaba bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y que representantes de esta agencia aún no le han confirmado las razones del fallecimiento.

Según el testimonio de sus compañeros de celda, Hernández estaba inconforme por la falta de atención de su caso e inició una huelga de hambre. A raíz de la protesta fue recluido en un espacio de castigo, donde amenazó a los guardias con quitarse la vida si no respondían a sus demandas.