EEUU responde a la protesta de Cuba por el submarino nuclear en la base naval de Guantánamo

Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, responde a las preguntas de la prensa el 11 de julio. (Captura de pantalla: Departamento de Estado – YouTube)

El Departamento de Estado de Estados Unidos reaccionó a la nota protesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) sobre la presencia de un submarino nuclear en la Base Naval de Guantánamo, argumentando que el derecho internacional le da todas las prerrogativas al gobierno estadounidense para desplazar activos militares según entienda conveniente.

De acuerdo con Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, “seguiremos volando, navegando y trasladando activos militares adonde nos lo permita el derecho internacional”. Lo anterior de conformidad con los planes tácticos que tenga el Pentágono.

Una nota oficial del Minrex publicada el 11 de julio, y vista como una forma de desviar la atención sobre el segundo aniversario de las protestas populares que sacudieron la Isla en 2021, calificaba la presencia de la embarcación militar al oriente de Cuba como una “escalada provocadora estadounidense”.

El Minrex añadió que “la presencia allí de un submarino nuclear en estos momentos obliga a cuestionar cuál es la razón militar del hecho en esta región pacífica del mundo, contra qué objetivo se dirige y qué propósito estratégico persigue”.

Todas estas preguntas fueron ignoradas por el portavoz del Departamento de Estado, pues las considera fuera de lugar y una intromisión en los asuntos internos de EEUU y su Departamento de Defensa.

En cambio, Miller respondió a las preguntas de la prensa sobre la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. En ese sentido, el portavoz comentó que la nación caribeña seguirá en la “lista negra” hasta que se haga una actualización de la misma y se verifique si cumple con los parámetros para ser retirada.

Por el momento, EEUU entiende que las autoridades comunistas dan refugio en el territorio isleño a varias personalidades de organizaciones consideradas como terroristas, lo cual los hace cómplices de esas actividades.

Por otra parte, Cuba tiene una estrecha alianza con enemigos de EEUU como Rusia y China. De ambos países se informó recientemente que tienen implementadas bases militares con el objetivo de espionaje dirigido al territorio estadounidense a solo 90 millas de La Habana.

Semanas atrás, el diario The Wall Street Journal (WSJ) reveló que Cuba y China habían cerrado un pacto secreto para establecer una estación de monitoreo electrónico que tendría la capacidad para recolectar información electrónica del sureste de EEUU y vigilar el tráfico marítimo. Tal vez de ese trabajo haya llegado la información sobre la presencia del submarino nuclear en Guantánamo.

Tras su visita a Beijing, el secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, dijo que tenía “profundas preocupaciones” sobre las actividades de espionaje chino en Cuba dirigidas hacia Washington.