El caso de Dilan, el primer niño cubano que dio positivo a coronavirus

Dilan, de 18 meses, fue el primer menor diagnosticado con coronavirus en Cuba, cuyo caso fue detectado el pasado 22 de marzo.

A pesar de las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchas personas en diferentes países todavía creen que el COVID-19 solo afecta a personas mayores.

Aunque la tasa de mortalidad sí es mayor entre personas de la tercera edad, todos podrían infectarse con el coronavirus, incluyendo a niños.

En un inicio las tasas de contagio fueron mínimas entre niños y adolescentes, sin embargo, ante el aumento de contagios, el rango de edades se fue expandiendo hasta afectar a niños, e incluso bebés, de forma significativa.

En el caso de Dilan, fue su madre, Liliana Fajardo Bárzaga, quien lo contagió. La mujer afirmó que al enterarse de que su hijo también había dado positivo a la enfermedad lo primero que hizo según comentó al diario oficialista Granma, fue “llorar mucho”.

Ambos fueron tratados en el hospital militar Joaquín Castillo Duany de Santiago de Cuba y ambos han evolucionado positivamente ante la enfermedad.

Aunque en Cuba las condiciones de vida no permiten mantener una cuarentena como en otros países, se pide a todos y en especial a los padres de familia que sean lo más cuidadosos posible para prevenir la enfermedad.

Es preferible evitar recibir o realizar visitas, así como que los niños salgan a jugar. También se recomienda no llevar niños ni bebés a hacer las compras, en especial debido a las largas colas que caracterizan a las tiendas cubanas.

Es importante recalcar que el coronavirus puede permanecer hasta 10 días sin mostrar síntomas, por lo que las personas podrían ser portadoras sin saberlos. Algunos casos los presentan leves, pero otros permanecen asintomáticos toda la enfermedad.

La joven madre de Dilan, de solo 19 años, explicó que llegaron desde Madrid para visitar a su familia, pero nunca imaginó que podían tener la enfermedad porque no presentaban ningún síntoma.

“Nosotros viajamos desde Madrid hasta el aeropuerto de Santiago de Cuba el día 17 de marzo, para visitar a mi familia en el municipio de Guisa y como no presentábamos ningún síntoma al pasar por los controles del aeropuerto, ni podía imaginar que tuviera la enfermedad. Llegué a mi pueblo y salí a realizar compras, y estuve en contacto con algunos amigos y familiares”, señaló.

“Por eso fue más difícil cuando recibí la noticia, porque sabía lo que significaba. Sin sospecharlo, había puesto en riesgo a gente muy querida para mí e incluso a personas que no conocía, pero afortunadamente no llegamos a propagar el virus”, añadió.

Dilan, que apenas pronuncia sus primeras palabras, sí resultó contagiado y aunque hasta ahora ha superado la infección favorablemente, su caso es afortunado pues así como a los ancianos el COVID-19 ataca con más fuerza a sistemas inmunes extremadamente jóvenes, como los bebés.

Los cuidados son necesarios porque incluso al recuperarse de la enfermedad, los infectados podrían presentar secuelas como la disminución de su capacidad pulmonar hasta en un 30%.

En bebés y niños recuperados, esto equivaldría a no poder jugar o hacer ejercicio con normalidad, algo indispensable en sus años de crecimiento.