El Coppelia del Vedado cierra sus puertas por falta de helado

El establecimiento se mantiene vendiendo lo único que por ahora le queda: marquesitas y capitolios a la elevada tarifa de 50 CUP. (Captura de pantalla: Xinhua – YouTube)

La famosa heladería Coppelia, un ícono de la cultura cubana ubicada en El Vedado capitalino, cerró sus puertas desde el pasado jueves por falta de helado, según confirmó el diario independiente 14ymedio. Esta es la segunda vez en el actual año que la entidad, perteneciente al Ministerio de Comercio Interior (Mincin) no tiene helado para vender.

La Catedral del Helado se mantiene vendiendo lo único que por ahora le queda: marquesitas y capitolios a la elevada tarifa de 50 pesos cubanos (CUP). Para ello solo hacen falta dos empleados, por lo cual el resto que normalmente labora en esa entidad están interruptos en sus casas.

Una trabajadora de Coppelia le comentó al citado medio que la industria láctea que los abastece no tiene leche ni azúcar para elaborar helados y no hay una fecha estimada para reanudar la producción. En los últimos meses, la calidad del helado que se estaba vendiendo era pésima, pues se incumplían con las normas de elaboración, adicionándole a la mezcla menos leche y azúcar. Algunos clientes llegaron a compararlo con un durofrío.

Algunos cubanos han mencionado que, tras la pandemia, las condiciones empeoraron. Una mujer recordó su última visita, donde a pesar de no gustarle ciertos sabores, fue obligada a pedirlos por las normas del establecimiento. Además, denunció la disparidad en el trato a los clientes, pues mientras a algunos se les limitaba, otros podían llevarse más de dos especialidades.

Coppelia es la estampa de un régimen en declive

Inaugurada en 1966, la heladería Coppelia fue concebida como un emblema de la Revolución Cubana, destinada a superar a los países capitalistas en calidad y variedad de helados. El objetivo era producir más sabores de helado que las grandes marcas estadounidenses.

Se adquirieron las mejores máquinas de fabricación de helados en los Países Bajos y Suecia. Celia Sánchez, secretaria de la Presidencia y amiga íntima de Castro, escogió el nombre en alusión a su ballet favorito, Coppélia.

Ubicada entre las calles 23 y 21, K del Vedado, en “La Rampa”, la heladería con capacidad para más de 1000 clientes, se convirtió en un referente y sitio de reunión para los locales. Adquirió más fama al filmarse en ella una escena de la película cubana Fresa y Chocolate.

En su apogeo, la sucursal del Vedado empleaba a más de 400 personas, sirviendo unos 4.250 galones de helado a 35.000 clientes diariamente. Ofrecía hasta 26 sabores y 24 combinaciones con dulces y galletas. Una remodelación hace cuatro años no logró revertir su declive, agravado por la pandemia de Covid-19, el ordenamiento monetario y la mala calidad del producto. El local refleja el declive generalizado del castrismo.