El escritor cubano Rafael Almanza recibe nuevamente amenazas de muerte

El intelectual cubano Rafael Almanza, denunció que nuevamente ha sufrido amenazas de muerte. Durante la noche le deslizan bajo la puerta de su casa papeles con amenazas contra su vida. Lo mismo ocurre en ocasiones por teléfono cuando lo llaman de madrugada.

“La noche del 22 de diciembre del año pasado recibí una llamada a las 4 de la mañana amenazándome de muerte. Tú andas solito por ahí y te voy a matar, siempre es en primera persona”, relató el literato.

En un principio llevaba un control telefónico de cuantas veces le llamaban, pero debido a la insistencia y las constantes llamadas perdió el control.

“Me dicen cosas como: cuando tú andes solito por ahí te voy a matar. Cuando salgas de compras, te voy a matar”.

El crítico literario, recordó el caso de un discípulo suyo que asegura trató como a un hijo y que lo habría amenazado de muerte.

“Me echó por debajo de la puerta un manuscrito, no solo amenazándome de muerte, sino mandándome la cuchilla de afeitar con la que él me iba a picar en la calle. Yo no lo denuncié porque el joven es esquizofrénico y yo lo sigo queriendo igual, porque simplemente es un enfermo”.

Destacó que la semana pasada, recibió una llamada a modo de advertencia, preguntándole si había visto el reportaje hecho por el gobierno sobre el activista José Daniel Ferrer.

“La semana pasada recibí una llamada en la que me dijeron: ¿cómo te fue con Santiago? Y que si había visto el noticiero de la televisión cubana, en alusión al reportaje de Ferrer. No se si creyeron que había ido a la sede de UNPAC, pero yo no había ido”, afirmó asegurando que él se encontraba escribiendo.

En torno a las amenazas que ha recibido, afirma que existe un elemento de chapucería pero también de peligro.

“Son reiteradas amenazas de muerte y ahora, dice, aparece este documento, que es público en Facebook, que incluso está impreso con una impresora de cinta, que solo existe en las oficinas del Estado. No conozco a nadie en Cuba que tenga este tipo de impresor”, enfatizó.

Para el investigador de la obra de José Martí, la situación es un hecho insólito en cuanto destaca que ocurre en un país, cuya historia ha tenido representantes de escritores contestatarios.

“La tradición cubana es que los escritores asuman una actitud responsable ante la patria. Yo no puedo dejar de ser el que soy para convertirme en un cobardito común de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba”, concluyó.