El hijo del ‘Chapo’ Guzmán tuvo que ser liberado ante el poderío armado de los narcos

Las autoridades mexicanas hicieron el intento de mantener capturado a Ovidio Guzmán López, hijo del capo mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera en la ciudad de Culiacán el pasado jueves en la tarde.

Sin embargo, el empuje y la presión de las bandas de narcotraficantes fuertemente armados que superaban en números a las fuerzas del orden, condujeron a que el estado se doblegara y pusiera en libertad al hombre que está buscado por la DEA.

La razón esgrimida por el gobierno del estado fue que esa era la única opción (liberarlo) para evitar el derramamiento de sangre en una ciudad que estaba tomada por los narcos sublevados en armas para defender a su jefe.

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, había comunicado desde Ciudad México que se había detenido a Ovidio Guzmán junto a otras cuatro personas por parte de los miembros de la Guardia Nacional y la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), pero posteriormente afirmó que decidieron “suspender dichas acciones” para salvaguardar “la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense”.

“Se tomó la decisión de retirarse de la casa, sin Guzmán, para tratar de evitar más violencia en el área y preservar la vida de nuestro personal y recuperar la calma en la ciudad”, dijo Durazo.

Los comentarios en las redes sociales se han manifestado duramente sobre el hecho al considerar que la nación azteca vive un estado fallido: “Nadie en todo el País podemos estar contentos por lo acontecido hoy en mi tierra Culiacán! El narcoterrorismo sometió al Estado Mexicano! Y ahora quién podrá defendernos …?”, dice un usuario de Twitter.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador justificó la decisión de las autoridades del orden porque “no puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas”.

Guzmán López no es uno de los hijos más conocidos de “El Chapo”, el líder del cártel de Sinaloa que en julio fue condenado en Estados Unidos a cadena perpetua por narcotráfico, pero las autoridades estadounidenses lo buscan por cargos de distribución de cocaína, metanfetaminas y marihuana de México a ese país desde 2008 a 2018 junto a su hermano Joaquín Guzmán López.