“El pan sigue siendo malo, pero 20 veces más caro”: 6,000 panes quedan sin vender en Quivicán

El reordenamiento monetario en Cuba ha devenido en un desproporcionado aumento de precios, que no ha significado ninguna mejora en los productos y servicios de la Isla, lo que en esta ocasión causó un masivo rechazo al pan ofertado en las bodegas.

Raciel González, funcionario de la Empresa de Comercio y Gastronomía del municipio de Quivicán indicó a CubaNet que un total de 6,000 panes se quedaron en las bodegas, mientras que 200 fueron devueltos por su mala calidad.

Aunque la mala calidad del pan cubano es una queja recurrente entre los ciudadanos, el aumento de precio que ha registrado recientemente hace por completo inaceptable la situación, que si antes se aceptaba por la necesidad de tener alimento, ahora se rechaza por la misma razón.

“Si nos van a cobrar caro por el pan exigimos calidad, el pan sigue siendo el mismo, malo, sin aceite, con harina de bajísima calidad, pero ahora 20 veces más caro. En mi casa somos ocho personas, tendré que gastar 240 pesos al mes en pan y no pienso pagarlo si no tiene calidad”, declaró al portal Milagros Barrios, residente de Quivicán.

“Muchas veces lo cogía y si estaba malo se lo echaba a los cerdos que cría mi esposo en el patio para poder tener algo de carne, pero ya ni eso se podrá hacer”, añadió Barrios.

Por estar quemado, seco, viejo o roto, el pan fue blanco de denuncias en muchas ocasiones, sin embargo, a los cubanos no les quedaba opción más que aceptarlo así, pues era uno de los principales alimentos por su capacidad llenadora y su bajo costo, lo que ahora cambió.

“Tenemos que exigir nuestros derechos, si estamos pagando caro por un servicio o un producto, tenemos que exigir que tenga calidad. En este país el concepto de cliente no existe, somos usuarios todos y eso tiene que cambiar. Si ellos hacen lo que quieren con la economía y suben los precios, tendrán que responder con respeto y calidad, en mi barrio todos nos pusimos de acuerdo y nadie compró el pan porque no servía”, comentó al citado medio, Elena Gutiérrez, ama de casa, residente en el municipio Bejucal.

Desde mediados del 2020 Cuba enfrenta una escasez de trigo que a la vez ha provocado falta de pan en varias provincias del territorio, otro factor que influyó tanto en la mala calidad del producto –al escatimar materiales –como en la aceptación del mismo, por el temor de que después no hubiera.

Raciel González, afirmó que se buscará no desperdiciar los panes no vendidos, pues el desperdicio de alimento en medio de la escasez resulta inaceptable, no obstante, no mencionó cómo se satisfarían las necesidades de la población, ni nada sobre mejorar el producto.

“Buscaremos una alternativa para tantos panes que no fueron vendidos, se les dará entrada a las procesadoras de varios municipios para elaboración de croquetas y hamburguesas y se tendrá que pensar en una estrategia con las panaderías para que no queden tantos panes estancados”, indicó a CubaNet.

Vecinos de Bejucal, donde también quedaron muchos panes sin venderse, añadieron que “si los dejan de un día para otro y traen los mismos mañana tampoco los compraremos, ese pan se conoce si es viejo enseguida porque coge moho y se pone ácido”.

Desde este 1 de enero con la unificación monetaria, el pan de la Cadena Cubana de $5 aumentó a $10 y el de $10 a $15, mientras que el de la cuota subió de 5 centavos a 1 peso.