Periodista cubano Roberto Quiñones solicita una revisión de su sentencia

Con base a una violación de la Ley de Procedimientos Penales, el periodista independiente Roberto Quiñones Haces solicitó al Tribunal Supremo Popular de la Isla una revisión de su sentencia de un año privativo de libertad por los delitos de “resistencia” y “desobediencia”.

El abogado Alberto Méndez Castelló, en entrevista con Radio Televisión Martí, comentó que en el proceso de detención de Quiñones Haces se hizo un quebramiento del artículo 456 de dicha normativa, además de violaciones a la constitución cubana.

“Hay una serie de trasgresiones legislativas, incluso de derecho constitucional, que debería valorar el Tribunal Supremo”, comentó Méndez Castelló, quien recordó que el también abogado fue agredido y lesionado por los policías cuando fue arrestado.

Tras esta solicitud, el presidente del tribunal tiene un periodo de máximo 90 días para aceptarla o denegarla.

Quiñones Haces fue detenido por tratar de dar cobertura a un juicio contra una pareja de pastores acusados de querer educar a sus hijos en casa y alejarlos del adoctrinamiento comunista.

Agentes de la seguridad del Estado interceptaron al periodista cuando realizaba su labor y enfrente del Tribunal Municipal de Guantánamo fue golpeado hasta dejarle la boca ensangrentada y otras lesiones.

Luego de este acto represivo, Quiñones Haces fue liberado, pero se le dictó dicha sentencia por los delitos mencionados y tenía que presentarse de manera voluntaria a la prisión de Guantánamo, como no lo hizo, policías fueron a buscarlo a su casa, el pasado mes de septiembre.

“Roberto ya estaba preparado. Él tenía sus cosas recogidas, así que no demoraron en llevárselo. Le dijeron que tendría derecho a una llamada telefónica, así me daría detalles de su ubicación exacta. Luego me informaron que se lo llevaban para la prisión provincial”, dijo su esposa Ana Rosa Castro a CubaNet.

Ya detenido logró enviar una carta de manera clandestina a su familia donde alertó que estaba siendo torturado en la prisión por ser considerado un contrarrevolucionario y que también se le prohibió el uso del teléfono a lo largo de un mes.

Además, también recibió una amenaza de incremento de su sentencia si continuaba escribiendo cartas o artículos en la prisión. Otro problema que han denunciado sus familiares es que se le impide tener visitas o sus horarios para éstas no son respetados.

El gobierno de Estados Unidos, mediante un comunicado, expresó su rechazó a la condena y proceso penal en contra del periodista, por falta de la aplicación de normas legales y la negación de un abogado.