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Elon Musk y su empresa Neuralink obtienen autorización para implantar chips cerebrales

ESTADOS UNIDOS

Elon Musk y su empresa Neuralink obtienen autorización para implantar chips cerebrales

La integración de tecnología en el cerebro plantea cuestiones sobre cómo esto puede afectar la identidad y la autonomía personal

Elon Musk y su empresa Neuralink obtienen la autorización de la FDA para implantar chips cerebrales

Los chips cerebrales desarrollados por Neuralink representan un avance tecnológico sin precedentes en el campo de la medicina. (Captura de pantalla: Canal 13 – YouTube)

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), el organismo encargado de regular la salud pública en Estados Unidos, concedió a Neuralink, empresa liderada por Elon Musk, la autorización para llevar a cabo ensayos clínicos que incluyen la implantación de chips en cerebros humanos.

“¡Nos complace compartir que hemos recibido la aprobación de la FDA para lanzar nuestro primer estudio clínico en humanos! Este es el resultado de un trabajo increíble realizado por el equipo de Neuralink en estrecha colaboración con la FDA y representa un primer paso importante que algún día permitirá que nuestra tecnología ayude a muchas personas”, refirió la empresa mediante un mensaje en sus redes sociales.

Neuralink aclaró que aún no está abierto el reclutamiento para el ensayo clínico, pero se comprometió a que pronto anunciará más información sobre el tema.

Los chips cerebrales desarrollados por Neuralink representan un avance tecnológico sin precedentes en el campo de la medicina. Estos dispositivos, implantados directamente en el cerebro, tienen el potencial de revolucionar el tratamiento de enfermedades neurológicas, lesiones cerebrales y discapacidades relacionadas. Además, podrían abrir las puertas a la posibilidad de mejorar las capacidades cognitivas y permitir una comunicación directa entre el cerebro y las máquinas, lo cual ha generado un profundo debate ético.

Por ejemplo, existe preocupación en torno a que la tecnología de Neuralink pueda generar una brecha aún mayor entre quienes tienen acceso a ella y aquellos que no. Si la tecnología se convierte en una mejora cognitiva significativa, podría aumentar las desigualdades sociales y económicas.

La integración de tecnología en el cerebro plantea cuestiones sobre cómo esto puede afectar la identidad y la autonomía personal. Al modificar la forma en que interactuamos con nuestras propias mentes, podrían surgir debates filosóficos y éticos sobre qué constituye la autenticidad y la individualidad humana.

Neuralink fue fundada en 2016 por Musk, el empresario y visionario detrás de compañías como Tesla y SpaceX. La misión de Neuralink es desarrollar interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés).

En julio de 2019, la empresa realizó un evento público en el que Musk y su equipo presentaron algunos avances y demostraron los primeros prototipos de su tecnología.

Uno de los aspectos destacados de la presentación fue el desarrollo de un pequeño dispositivo implantable llamado «N1 Link». Este mecanismo, compuesto por una serie de electrodos delgados, está diseñado para ser implantado en el cerebro y permitir la lectura y escritura de señales neuronales.

Desde entonces, la empresa ha trabajado en mejorar la miniaturización y eficiencia de sus dispositivos, y ha realizado pruebas en animales para demostrar su eficacia.

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