ESTADOS UNIDOS
Elogian éxito del restaurante “La Cubana” en el centro de New York
El restaurante abrió sus puertas hace solo unos días
El cubano Carl Ruiz, con vasta experiencia en el mundo de la cocina y los reality show de los fogones, abrió su propio restaurante en pleno corazón de Nueva York y como no podía ser de otra forma lo nombró “La Cubana”.
La selecta instalación se ubica en la 408 W. 15th St. entre las avenidas Novena y Décima, y ofrece cócteles caribeños, música latina en vivo y una variedad de comidas cubanas, incluyendo calabaza asada, empanadas y un bistec cocinado a fuego lento en salsa criolla cubana.
Ruiz, quien ha viajado por Francia y Suiza, bebiendo de las culturas culinarias de estos países europeos es conocido por sus participaciones en programas como The Food Network.
«Yo cociné cubano desde pequeño porque cuando hacía algo malo me mandaban a la cocina con mi mamá, y estaba allí casi todos los días. Eramos mi abuela, mi mamá y yo haciendo tostones, tamales, escuchando salsa», confesó el chef, que creció en Nueva Jersey.
«Esta área la conozco muy bien y cada vez que pasaba no veía nada latino, y me dije, ‘vamos a tratar otra vez a ver qué pasa», le confiesa Ruiz a la prensa neoyorkina sobre el distrito Meatpacking de Manhattan, donde estuvo emplazado el restaurante Son Cubano, para el que trabajó 14 años de su vida.
Uno de los platos de su menú, que en un principio fue colocado a modo de chiste por solo una noche: el famoso arroz con huevo frito revuelto, es el más degustado por los comensales de origen cubano que asisten todos los días, desde las 7:00 pm hasta las 10:00 pm de lunes a domingo a excepción de los jueves, viernes y sábados donde actúa un DJ hasta las 2:00 am.
Otras de las ofertas son: platos típicos como la ropa vieja, el pargo frito, y la chuleta de cerdo. También hay para vegetarianos como la calabaza horneada con mojo de cebolla roja, o su especial ensalada de fresas con tomate y aguacate.
«Es un restaurante cubano auténtico, con 60% de platos típicos y un 40% de otros a los que les pongo mi toque personal. Diversión mezclada con buena comida, buenos cocteles, un gran ambiente, que se trasladen un poco a Cuba y se olviden que están en Nueva York. Somos un restaurante donde se puede bailar salsa. Un lugar para divertirse. Es una experiencia completa», revela Ruiz.
