Impiden la entrada de medicinas para José Daniel Ferrer en la prisión de Mar Verde

El líder opositor cubano José Daniel Ferrer se encuentra detenido en la prisión de Mar Verde por intentar sumarse a las protestas masivas contra el castrismo. (Foto: Cuba Decide)

Autoridades en la prisión de Mar Verde, situada en Santiago de Cuba, no permitieron que el preso político José Daniel Ferrer García recibiera una pomada de mentol para calmar los fuertes dolores en uno de sus brazos.

El líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) había pedido el medicamento a través de un pequeño mensaje enviado a su familia, en medio de una incomunicación que se ha prolongado más de 40 días.

“¡Abrazos para todos!, ¡Los amo!, necesito urgente un mentol fuerte para dolores en brazo (Bursitis) o muralla”, decía el mensaje escrito en un papel.

Ana Belkis Ferrer García, hermana del opositor, denunció este rechazo vía Facebook, además de recordar que la última visita autorizada para él solo duró un minuto.

En la publicación también se menciona que Nelva Ortega Tamayo, esposa del activista, no pudo acceder ayer martes a la visita conyugal supuestamente autorizada para el detenido cada dos meses.

“El día 30 de junio también le fue negada la visita conyugal, el pasado viernes 26 del presente mes también le impidieron la visita familiar y desde el día 4 de junio no le permiten hablar por teléfono con su esposa e hijos. Así actúan los cobardes y miserables tiranos en el poder y sus sicarios”, manifestó la opositora.

Ana Belkis nuevamente responsabilizó al régimen castrista por la vida del defensor de los derechos humanos en la Isla.

Ferrer García fue detenido el 11 de julio de 2021 cuando intentó participar en las protestas masivas que se desataron en toda la Mayor de las Antillas, con la presencia de miles de cubanos que exigieron respeto a los derechos humanos y un sistema democrático.

Como en ese momento el líder opositor se encontraba bajo una sentencia de cuatro años y medio de prisión domiciliaria, la dictadura decidió cambiar la medida cautelar y ahora debe cumplir el resto de la condena en dicha prisión, donde ha sido víctima de maltrato y encierros en celdas de castigo.

El preso político recibió la visita del monseñor Dionisio García Ibáñez durante el pasado mes de marzo. En ese encuentro, el activista aseguró al religioso que lo tenían confinado en una celda con paredes blancas y un bombillo encendido las 24 horas del día.

Tras la visita, García Ibáñez refirió que el detenido presentaba de manera constante dolor de cabeza, zumbidos en los oídos, sangrado bucal, calambres, problemas en una muela, parálisis en las manos y un hongo que provoca en la piel ronchas y escozor.