En medio de la pandemia, Cuba enfrenta problemas con el abasto de agua

Una de las acciones que individualmente se pueden realizar para detener el avance del coronavirus es la correcta higiene con un lavado frecuente de manos, pero si no hay agua, ¿cómo hacerlo?

Esta es la preocupación de miles de cubanos que fue reconocida por el gobierno comunista en la persona de su mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien participó en una reunión de chequeo del programa hidráulico nacional.

En ese encuentro se evidenció que las dos ciudades con mayor cantidad de población, La Habana y Santiago de Cuba, son precisamente las más afectadas sin un abasto seguro y confiable de agua.

En medio del coronavirus el gobierno cubano reconoce problemas con el abasto de agua. (RHC)

Dentro de las agravantes para esta situación se encuentra la escasez en los embalses debido a la sequía experimentada en los últimos meses, por lo que el panorama fue calificado de “complejo”.

En La Habana se ven afectadas casi medio millón de personas, concretamente 468.721 personas. Esta población pertenece a los municipios de Arroyo Naranjo, Centro Habana, La Habana Vieja, La Lisa y Boyeros, localidades que se alimentan en su mayoría por el sistema Almendares-Vento que tiene cobertura para apenas cincuenta días.

Ariguanabo, Jaruco y Coca-Zarza también tienen una situación desfavorable.

Otro dato espeluznante del descuido de las redes hidráulicas en la capital es que existen salideros en conductoras y redes. Siendo las conductoras la que mayor volumen de agua transporta, esas están rehabilitadas en un 78%, pero de las redes que llevan el agua a cada barrio hay salideros en el 64%.

La solución que salió a la luz pública fue acelerar un “conjunto de medidas alternativas vinculadas a terminaciones de obras –entre ellas en la Cuenca Sur– y otras de carácter temporal” para asegurar el abasto en esas zonas.

Otras acciones serán recuperar todos los pozos posibles, estudiar la instalación de plantas desalinizadoras, y potenciar la cultura del ahorro. Pero ninguna de ellas es a corto plazo, en el cual se necesita disponer del agua para frenar la pandemia.