“¡Es una falta de respeto!”: La jamonada de la bodega viene con piedras de sal

Embutido con piedras de sal en su interior. (Facebook María Luisa Guirola Rodríguez).

La jamonada que están vendiendo en las bodegas de La Habana ahora vienen con piedras de sal, según ha denunciado en Facebook una cubana decepcionada por la pésima calidad de los alimentos que subsidia el Estado.

María Luisa Guirola Rodríguez denunció el mal estado de la jamonada que compró y colocó una fotografía de los enormes “terrones” de sal en su interior. Aclaró que no acostumbra quejarse de la comida de las bodegas del Estado, pero que la situación le pareció “una falta de respeto”.

“Esta jamonada, que muchos niños no tienen meriendas para llevar a la escuela y los padres pueden darle una rodaja dentro de un pan y problema resuelto, pues eso que ven ahí son turrones de sal”, escribió.

La mujer reaccionó con indignación y señaló que la única razón por la que las autoridades no saben de la baja calidad de esos productos es porque, a diferencia del resto de los cubanos, ellos no los consumen.

“Es una falta de respeto y que no me digan que los jefes no lo saben, porque me preguntó yo por qué no lo saben, lógico porque su familia no la consume, porque ellos no prueban esa jamonada de muy baja calidad”, añadió.

Publicación sobre jamonada con piedras de sal. (Facebook).

Denunció también que en las tiendas hace meses que no llega el yogurt de soya para los niños, pues si bien los cubanos no tienen acceso a lácteos de verdad, al menos podrían garantizarles el sustituto que decretó el gobierno, algo que la cúpula gobernante tampoco toma en cuenta por no padecerlo.

“A los niños hace un tiempo no les llega el yogur de soya a la bodega, ¿cómo nadie veía q la misma fábrica se los vendía a los campesinos para los cerdos? Claro, porque los niños de papá y mamá no tienen necesidad de consumir ese yogurt, ellos tienen para escoger los sabores”, reclamó.

La mujer aclaró que esto no son acusaciones del exilio cubano (la “gusanera”) para “desprestigiar” al gobierno, como siempre se defiende el mismo, sino de una realidad que tienen que denunciar los cubanos en la Isla.

“Esto no es problema de gusanería ni de criticar el país, es solo defender nuestros derechos, ya estamos cansados de la ley del embudo”, concluyó, refiriéndose a como los recursos de la Isla se destinan primero al turismo, a la cúpula gobernante, a la exportación y lo que quede a la población.