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Escapa de Cuba el activista Carlos Amel Oliva, líder juvenil de la UNPACU
El opositor cubano llegó a la Florida con su esposa y dos hijos
Carlos Amel Oliva, quien fuera la mano derecha del líder opositor y fundador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, se encuentra en Estados Unidos con su esposa y sus dos hijos para pedir asilo político tras escapar del régimen comunista, según entrevista concedida a El Nuevo Herald.
Amel Oliva cuenta que llegó a Miami la semana pasada en el último vuelo que salió desde Cuba antes que cerraran las fronteras por el tema del coronavirus. Según Amel, para él y su familia ha sido “la decisión más difícil de nuestras vidas”.
“Tomé la decisión de salir al exilio en enero, durante una detención donde agentes de la Seguridad del Estado amenazaron con encarcelar a mi madre y a mi esposa. Me dijeron que ellas terminarían como la Dama de Blanco Xiomara Cruz Miranda”, explica el joven.
Su esposa no recibió atención médica durante su encarcelación y, solo cuando se puso muy grave, el gobierno cubano le permitió la salida del país para recibir asistencia al sur de la Florida.
Las amenazas recibidas por Amel Oliva y su familia se incrementaron durante el periodo de protestas que llevó adelante en nombre de la UNPACU para que liberaran a Ferrer, algo que finalmente ocurrió hace algunos días.
Al líder de la organización opositora le conmutaron su internamiento en la cárcel por prisión domiciliaria.
“La tensión, la impotencia y el aprecio que le tenemos a José Daniel generó de forma circunstancial ciertas fricciones. No siento rencor, pero debo decir que todo aquello era más difícil que todas las situaciones represivas que había enfrentado», explicó Amel.
Tras 8 años dentro de la UNPACU, confiesa que “no era ético bajar el perfil y quedarme en Cuba sentado en mi casa haciendo de vez en cuando alguna publicación después de ocho años de lucha en primera fila, no era negociable mantenerme al frente de UNPACU haciéndome el bravucón con el beneplácito de la dictadura”.
El propio Ferrer se enteró de la decisión en la cárcel y dijo que la aceptó “con la condición de que sigan trabajando por la libertad de Cuba desde el exilio”.
“Además de los años de dura lucha por ver a Cuba libre y democrática, nuestras familias han fundado una amistad sincera. Entiendo que al ellos asumir junto a otros coordinadores la dirección de UNPACU, se convirtieron en el próximo blanco de las oscuras fuerzas de la Seguridad del Estado”, destacó Ferrer.