Estafas, explotación y hacinamiento: la trampa en que caen los cubanos que emigran a Rusia

Siendo uno de los pocos países a los que los cubanos pueden viajar sin visa, Rusia se ha convertido en una trampa para muchos que desean mejorar su calidad de vida.

De acuerdo con un reportaje de El Toque, son muchos los ciudadanos de Cuba que huyen hacia Rusia, esperando encontrar facilidades en su acceso a otros países de la Unión Europea (UE), o engañados por las promesas de una mejora económica.

Sin embargo, las condiciones que encuentran al llegar al país eslavo son diferentes a las imaginadas, con dificultades para encontrar trabajo en su condición de ilegales, y por lo mismo haciéndoles casi imposible conseguir dinero para una vivienda, o una residencia legal.

Tampoco pueden transportarse a otros países de la UE sin una visa especial, algo que muchos no saben y por lo que aceptan ser trasladados a Rusia.

Alrededor de 25,000 cubanos entran a Rusia cada año, de acuerdo con estadísticas de Control de Fronteras publicadas en El País, y aunque según las leyes rusas es ilegal permanecer como turista en el territorio más de 90 días, sin un permiso de trabajo, esto no detiene a miles de quedarse.

Entre enero y diciembre de 2019, el Departamento de Inmigración de la Federación Rusa registró más de 10,000 cubanos que permanecían en Rusia de forma ilegal.

Otros 6,213 permanecían legalmente como turistas, estudiantes, o con visas de trabajo; 431 recibieron permisos de residencia temporales o permanentes; mientras que solo 44 obtuvieron la ciudadanía rusa.

“La forma más popular de obtener la residencia es casarse con un nacional, pero obtener un estatus legal por otras vías es prácticamente imposible porque la burocracia tarda demasiado. Yo conozco muy pocos cubanos residentes”, explicó Yordan Roque al citado medio.

Estafas y malos trabajos para cubanos en Rusia

Yordan llegó a Rusia en 2013, explica que su mayor dificultad fue aprender el idioma, pero que es una necesidad básica de quien llegue al país.

“Si no hablas ruso, es muy probable que te estafen o que tus oportunidades de encontrar trabajo disminuyan. Es un país muy grande, con una cultura muy diferente a la nuestra. La policía no nos presta demasiada atención, pero ser ilegales nos afecta porque no tenemos derecho a nada”, explicó.

Los cubanos en el país europeo solo pueden encontrar trabajos que requieren gran esfuerzo físico y poca escolaridad, como labores en el campo, en restaurantes, almacenes y supermercados.

Muchos son además víctimas de patrones abusivos que los explotan, sabiendo que necesitan el trabajo y no tienen mejores alternativas ni oportunidad de denunciar, por su condición de ilegales.

Muchos otros son víctimas de estafadores que les prometen pasajes de avión, trabajos y hospedaje a su llegada a cambio de todos sus ahorros, una mentira que descubren hasta que llegan a Rusia.

“No tenemos dinero ni para comprar el pasaje de regreso. Cuando llegamos al aeropuerto le dimos todo nuestro presupuesto a quien nos conseguiría alojamiento y trabajo. Nunca más lo volvimos a ver”, cuenta Iscander Manuel, quien se avergüenza de haber confiado.

Él y su mamá consiguieron un trabajo temporal recogiendo rosas, donde apenas y ganan lo necesario para pagar el alquiler y la comida que consumen todos los días.

“Pedí tres meses de licencia sin sueldo antes de salir de Cuba y espero poder regresar a tiempo para recuperar mi trabajo”, explica.

Él, como muchos cubanos que llegan al país, duerme en una litera en un cuarto que comparte con otra docena de sus compatriotas, que tampoco tienen dinero para un alojamiento propio.

“Somos los de más suerte. Algunos que volaron con nosotros están de mendigos en la calle”, agrega.

La desesperación que lleva a los cubanos dejar atrás su país los pone en la misma situación de vulnerabilidad que enfrentan los inmigrantes ilegales en cualquier país, pero la barrera del idioma y su correspondiente imposibilidad de conseguir trabajo hacen su situación en Rusia aún más difícil.