Esteban Rodríguez cumple 3 meses preso y su familia vive en riesgo de derrumbe

Techo deteriorado de la vivienda de Zuleidi Gómez. (Foto: CubaNet – YouTube)

Zuleidis Gómez Cepero, esposa del periodista independiente cubano Esteban Rodríguez López, denunció las condiciones inseguras en las que vive junto a sus dos hijas menores de edad.

La mujer lleva meses exigiendo la liberación de su esposo, detenido el pasado 30 de abril durante una protesta por Luis Manuel Otero Alcántara, en la calle Obispo, La Habana.

En los tres meses que su esposo ha permanecido recluido en el Combinado del Este, Gómez ha tenido que salir adelante con sus hijas. A la preocupación por su pareja, se ha agregado el riesgo de derrumbe de su vivienda.

En entrevista para CubaNet, la mujer explicó que el solar que habita junto a su familia en La Habana Vieja tiene filtraciones en el techo, por lo que tienen miedo de que se desplome.

Indicó que las tres duermen en un colchón en la sala, pero precisó que la mayoría de las veces se quedan en un local estatal ocupado por varias madres con sus hijos desde noviembre pasado, que servía como taller de herrería de la Oficina del Historiador de la Ciudad.

“Es preferible dormir en el local de las madres, que arriesgarnos a que el piso de la barbacoa nos caiga encima. Está lleno de huecos, ni siquiera podemos acomodar nada arriba por miedo a que se vaya a desplomar sobre nosotras”, declaró Gómez.

Aunque manifestó sentirse incómoda en el local, señaló que prefiere la tranquilidad de que sus hijas “duermen un poquito más seguras”.

Gómez Cepero respondió también a las acusaciones de que su esposo trabaja para la Agencia Central de Inteligencia (CIA), refiriendo que su familia “no vive en un palacio”, y que no han obtenido ningún beneficio de la labor activista de su esposo.

También recalcó que Rodríguez “es un hombre enfermo”, que padece asma e hipertensión, por lo que está preocupada por las condiciones en que se encuentra en la prisión.

En junio pasado, el periodista y activista fue trasladado a la sala de penados del hospital Salvador Allende, bajo sospecha de COVID-19, que luego se confirmó, motivo por el cual fue trasladado al hospital del Combinado del Este, penal donde sigue encarcelado.

“Recientemente me comunicó en una conversación telefónica que no me dijo nada para no preocuparme, pero que no solamente perdió el apetito, el paladar y el olfato, también tuvieron que ponerle careta de oxígeno debido a la falta de aire, dijo que pensó que se moría”, explicó Gómez Cepero.

La mujer afirmó que su situación es desesperada, pues además de seguir luchando para que su esposo sea liberado, también vive con la preocupación de que ella o sus hijas perezcan en el desplome de una vivienda, que ya habían denunciado por riesgo de derrumbe sin que les den solución.