ESTADOS UNIDOS
Estudios indican que pacientes de COVID-19 reaccionan favorablemente al Remdesivir
La Universidad de Medicina de Chicago estudió los efectos en 125 personas afectadas por coronavirus, 113 de ellos en estado grave
Un medicamento desarrollado por la compañía de biotecnología Gilead Sciences Inc., en Estados Unidos podría aliviar los síntomas de los infectados de COVID-19 en menos de una semana.
Según pruebas realizadas en pacientes graves de un hospital en Chicago, Illinois, el antiviral Remdesivir podría tener efectos positivos en los infectados de COVID-19.
La Universidad de Medicina de Chicago estudió los efectos en 125 personas afectadas por coronavirus, 113 de ellos en estado grave. Esto en dos ensayos clínicos de fase tres de Gilead.
Los médicos señalan haber observado una disminución de los síntomas desde el inicio del tratamiento, tanto de la fiebre, como de los síntomas respiratorios.
Informaron además que casi todos los pacientes tratados con ese fármaco fueron dados de alta en un plazo no superior a siete días.
“La mejor noticia es que la mayoría de nuestros pacientes ya han sido dados de alta, lo que es genial”, comentó Kathleen Mullane, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Chicago, quien supervisa el estudio.
“Solo dos pacientes han fallecido”, añadió.
Un residente de Chicago llamado Slawomir Michalak, de 57 años, fue uno de los participantes del estudio. El hombre contrajo COVID-19 a principios de abril y fue hospitalizado con fiebre alta y dificultades respiratorias.
“Sentía como si alguien me estuviera golpeando en los pulmones”, aseguró.
Tras someterse al tratamiento experimental, fue dado de alta al cabo de cuatro días.
“El Remdesivir fue un milagro”, afirmó Michalak.
El medicamento de Gilead fue creado originalmente contra el ébola, pero no tuvo éxito. Funciona paralizando una enzima llamada ARN polimerasa que muchos virus usan para copiarse.
Su aplicación resultó eficaz en el tratamiento de otros coronavirus humanos que también ocasionan problemas respiratorios severos, por lo que si los científicos logran demostrar que es seguro y efectivo, podría convertirse en el primer tratamiento aprobado para curar el COVID-19.
