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Exceso de policías y falta de comida en fiestas populares de Songo la Maya

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Exceso de policías y falta de comida en fiestas populares de Songo la Maya

Las autoridades además prohibieron la presencia de cuentapropistas

La fiesta popular que recientemente finalizó en el municipio de Songo la Maya, Santiago de Cuba, registró la presencia de un excesivo despliegue policial y la escasez de ofertas gastronómicas.

Debido al alto contagio de dengue que se vivió en esta comunidad, las autoridades suspendieron el carnaval y en vez de ello determinaron llevar a cabo la celebración, conocida como verbena, que inició el miércoles 13 y finalizó el pasado domingo 17.

Sin embargo, los festejos no fueron del agrado de muchos de los asistentes y también de los cuentapropistas, porque el gobierno prohibió su presencia con tal de poder recaudar fondos a través de la venta de productos en centros estatales.

Esta medida solo provocó que en la duración de toda la fiesta hubiera poca comida a la venta y de mala calidad, además de que hubo un marcado desabasto ante la demanda de la población.

CubaNet entrevistó a cuentapropistas del municipio como Manuel Mustelier Tamayo, quien denunció la decisión de que ellos no puedan trabajar a pesar de que tienen que pagar de manera obligatoria una patente.

Ibernalis Poulot Zamora comentó al medio independiente que los productos vendidos por el Estado, además de ser pocos, estaban muy caros.

“No sé qué hacen con el dinero, porque este pueblo siempre ha sido bueno en la producción agrícola, sobre todo de café. Nunca tienen dinero para nada y por eso todo es un completo desastre”, manifestó Poulot Zamora.

Los asistentes también denunciaron la falta de artistas invitados de otras provincias y equipos de audio de buena calidad, lo cual, según las autoridades locales, no se pudo conseguir por falta de dinero.

La presencia de policías y tropas especiales provocó que muchas personas se sintieran intimidadas porque temían que estos elementos actuaran de manera violenta.

A esto se le suma la presencia de agentes de la seguridad del Estado vestidos de civiles.

Durante los días que duró la festividad, los asistentes fueron testigos de interrupciones del paso y detenciones, en su mayoría, derivadas de peleas callejeras o portación ilegal de armas blancas.

La gente tampoco estuvo conforme con los dos espacios destinados para la recreación porque estaban a la intemperie y carecían de servicios sanitarios, lo que provocó que varias personas hagan sus necesidades en una especie de “cajón de madera” o en cualquier espacio oscuro.

En todo el poblado solo se instalaron dos baños móviles que para usarlos se debía pagar un peso en moneda nacional.

 

 

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2 Comments

2 Comments

  1. Carlos Manuel

    20 noviembre, 2019 - 12:33 PM at 12:33 PM

    Los civiles se equivocaron, creyeron que era una fiesta popular, pero la fiesta era para las fuerzas de represión.

  2. Romero Roberto

    20 noviembre, 2019 - 9:45 AM at 9:45 AM

    Buafff que asco de país….

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