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Fallece a los 70 años el preso político Sabino Serrano, entre intensos dolores y sin tratamiento
Cumplía cadena perpetua en el Combinado del Este, llevaba 22 años en prisión
El preso político Sabino Serrano López, condenado a cadena perpetua por el gobierno de Cuba falleció la madrugada de este 24 de marzo a los 70 años.
El prisionero, antiguamente capitán de barco, pasó varios días ingresado en el hospital Miguel Enríquez, mejor conocido como La Benéfica, en el municipio de Diez de Octubre, en La Habana.
Previo a esto estuvo ingresado en el hospital de la prisión del Combinado del Este, donde llevaba más de 22 años encarcelado por un supuesto delito de “tráfico de personas”.
Un recluso cercano a Serrano había confirmado al portal independiente CubaNet, desde finales de febrero, que la salud del preso se deterioraba cada vez más, principalmente debido al tratamiento médico deficiente que recibía en la prisión.
El mismo medio reportó que una fuente cercana informó que Serrano tenía líquido en el vientre, que padecía estreñimiento desde hace varios días, y que los médicos reportaron como causa de muerte un infarto.
Sabino, de 70 años, padecía necrosis en las piernas y una úlcera estomacal, y a pesar de que en su avanzado estado por falta de tratamiento la solución debió ser amputarle las extremidades necrosadas para evitar una gangrena y aliviarle el intenso dolor, el preso falleció sin ser operado.
El propio Sabino se comunicó con el citado medio el pasado 1 de marzo, informando que lo habían llevado por segunda vez a la sala de urgencias del Calixto García, debido a los fuertes dolores que le aquejaban.
En la primera ocasión, el médico de guardia le había dicho que la única solución posible para su caso era la amputación, pero que requería de trámites que dependían de las autoridades penitenciarias.
En esa segunda visita al hospital Calixto García lo inyectaron, le dieron cuatro pastillas y lo regresaron al hospital del Combinado del Este.
La mañana del martes lo sacaron del hospital y lo devolvieron a su celda en la sección 47, donde se encuentran los condenados a cadena perpetua.
El jueves 4 de marzo, el compañero de celda de Serrano informó por teléfono que éste había sido sacado del hospital debido a que había muchos casos de COVID-19, pero que tenía las piernas tan hinchadas que apenas y se le distinguían los dedos.
La fuente también informó que Serrano presentaba una coloración anormal en la piel desde rosado grisáceo cerca de las rodillas hasta negro en los pies, y que sus dedos pulgares parecían haberse abierto.
En sus últimos días en prisión Sabino no podía dormir debido al intenso dolor que de acuerdo con su compañero le llegaba en punzadas, por lo que además se veía demacrado.
La fuente indicó que al mediodía del miércoles 3 de marzo se lo habían llevado, según expresó un militar, para “un hospital de la calle”, y desde entonces no supo nada de él.
El preso político permaneció al menos 20 de los 22 años de su condena en la prisión del Combinado del Este, y nunca recibió tratamiento médico efectivo contra su padecimiento circulatorio, lo que desencadenó la necrosis de sus piernas.
Pese a ser una persona de la tercera edad, las autoridades penitenciarias tampoco le concedieron la licencia extrapenal que correspondía a su deteriorada salud.
Sabino Serrano fue condenado en 1999 a cadena perpetua por un supuesto delito de tráfico de personas, luego de sobrevivir al hundimiento de la embarcación que pilotaba, provocado por tropas guarda fronteras cubanas, y que provocó el ahogamiento de una madre cubana de 36 años y su hijo de 4.
