Fallece Monika Krause, reconocida doctora en la enseñanza de educación sexual en Cuba

Producto de un tumor en la cabeza, falleció el martes la doctora alemana Monika Krause, reconocida en Cuba por sus enseñanzas en materia de sexualidad desde aportes científicos y lejos de argumentos moralizantes.

Krause era ciudadana de la desaparecida República Democrática de Alemania cuando se enamoró de un capitán cubano llamado Jesús Jiménez, quien estaba en el puerto de Rostock a cargo de un buque mercante.

La doctora en ese entonces tenía 20 años cuando llegó a Cuba y se hizo amiga de las esferas del régimen llegando a trabajar como traductora de Fidel Castro.

En 1972, junto con el doctor Celestino Álvarez Lajonche, fundó el Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual (GNTES) que con el pasar de los años se convertiría en el CENESEX.

Su labor como promotora de educación sexual comenzó en una etapa difícil debido a que dicho expresidente consideraba “lacras” a los homosexuales y evitaba a toda costa que se hablara de sexo en las escuelas de la isla.

Sin embargo, Krause extendió su trabajo por todo el territorio obteniendo fama y respaldo que la llevaron a ser titular de un programa de radio y de televisión.

La alemana platicó a la ciudadanía cubana temas de machismo, la lucha de los derechos de la mujer como el placer sexual, el aborto y la prevención del embarazo. Por tal motivo, la empezaron a llamar la “Reina del condón”, siendo respetada, pero también odiada.

Tras 25 años de residencia en Cuba, Krause no soportó más las trabas e incomprensiones del régimen, por lo que decidió regresar a su país de origen.

«Mami se nos fue hoy. En febrero le diagnosticaron un tumor en la cabeza. La operaron y salió bien. A la semana estaba en casa, entera. Comenzó quimio y radiación hace cinco semanas. Lo llevaba con heroísmo, con fuerza y ganas de ganar la batalla. Su última batalla, de tantas que dio en esta vida», comentó en Facebook su hijo Julian Daniel Jiménez Krause.

Jiménez comentó en la publicación que toda la familia decidió despedirse de ella el sábado debido a que ya sentían que pronto fallecería, porque estaba inmóvil e ida en el hospital.

“Su esposo, mi hermano y yo nos despedimos de ella. Cada uno y los tres a vez, con la emoción rompiéndonos el pecho. Yo hablé largo con ella. Abría los ojitos y me miraba. Le dije cuánto la amo, cuánto la admiro, cuánto le debo. Le cogí las manos y le canté ‘Dame la mano y danzaremos’. Se le salieron dos lagrimones. La besé en la frente, en las mejillas, en las dos manos”, escribió.

Con Información de Diario de Cuba