Grupo ETA anuncia su disolución

El grupo terrorista ETA ha comunicado su decisión de dar por terminado su ciclo histórico, mediante una carta dirigida a las instituciones vascas y grupos de la sociedad civil, informan medios de prensa.

La misiva, fechada el 16 de abril, anuncia que disuelven «completamente todas sus estructuras». Así lo han confirmado fuentes sindicales, que recibieron la misiva la pasada semana.

Con el comunicado ETA pretende mostrar que su decisión «es definitiva y concluyente», según han confirmado fuentes de la izquierda abertzale. Tras ese fin la organización escenificará su disolución próximamente en un acto que se celebrará en el País Vasco francés.

Según esta misiva, la organización «ha disuelto completamente todas sus estructuras y ha dado por terminada su iniciativa política». Así, ETA da por terminado el proceso «iniciado en 2010, con la intención de abrir un nuevo ciclo político en Euskal Herria».

No obstante, la organización insiste en que su fin «no supera» el «conflicto» de Euskadi con Francia y con España. «El conflicto no comenzó con ETA y no termina con el final del recorrido de ETA», añade.

El grupo, que lamentó el daño causado y pidió «perdón» -solo a una parte de las víctimas-, por el «sufrimiento desmedido» en otra carta el pasado 21 de abril, vuelve a reconocer «el sufrimiento provocado como consecuencia de su lucha».

“El País Vasco tiene ahora una nueva oportunidad para cerrar finalmente el conflicto y construir un futuro colectivo”, dijo la organización. “No repitamos los errores, no permitamos que los problemas se pudran”.

Con «toda la humildad», dice literalmente, ETA pide a los destinatarios de la carta que se sumen al fin del conflicto porque «el futuro es responsabilidad de todos».

Surgido durante el régimen del general Francisco Franco, el grupo acaparó los titulares en todo el mundo cuando mató al sucesor ungido del dictador, el primer ministro Luis Carrero Blanco, en 1973. Siguió en actividad durante muchos años después de la muerte del dictador, en 1975.

Sus mayores ataques se produjeron durante la transición a la democracia a principios de 1980, dirigidos no solo contra militares y policías sino también contra políticos, empresarios, civiles y milicianos arrepentidos.

Por su parte, miembros de las fuerzas de seguridad del Estado español crearon escuadrones de la muerte que asesinaron al menos a 60 personas.

FUENTE El País/ EFE