Hoteleras española, francesa y estadounidense reciben demanda bajo Ley Helms-Burton

Ayer lunes se presentaron en un tribunal de Miami, Florida, cuatro demandas colectivas contra cadenas hoteleras que operan en territorio cubano ocupando terrenos o edificios que fueron expropiados por Fidel Castro, después de la revolución.

Las querellas se respaldan en el título III de la Ley Helms-Burton y tienen el objetivo de que las empresas españolas Iberostar y Barceló, la estadounidense Blue Diamond y la francesa Accor, paguen una compensación económica a los verdaderos herederos o dueños de dichas propiedades.

Los herederos de la familia Angulo Cueva presentaron una de las demandas contra los hoteles de Iberostar situados en Cayo Coco y que dan servicio en una zona que pertenece a los demandantes.

Diego Trinidad, heredero de Diego Cosme Trinidad Valdés, interpuso una contra el hotel Barceló Solymar por estar trabajando sobre una propiedad confiscada a su familia.

Desde que entró en vigor la normativa mencionada las cadenas españolas han recibido varias demandas como la hecha por la familia Sánchez Gil que pide a la firma Meliá una compensación de diez millones de euros por operar dos hoteles en una propiedad que era suya hasta 1960.

“La ley permite exigir que se compense por el precio que tiene la propiedad hoy en día, pero en el caso de que no se acuerde una compensación en el plazo de treinta días, se puede pedir tres veces ese monto”, explicó Ana Malave, una de las abogadas del despacho Rivero Mestre, de Florida, que trabaja para los demandantes.

Además de las empresas mencionadas, que ya fueron notificadas, también se encuentran en la misma situación las plataformas de renta de habitaciones Trivago y Booking, así como las compañías controladas por el régimen dedicadas al servicio turístico.

Una de las razones de Donald Trump para firmar la activación de dicha ley, que fue suspendida por sus antecesores desde que fue presentada, es porque los militares cubanos están involucrados en el rubro turístico y obtienen ganancias que también se destinan a la protección de Nicolás Maduro en el poder de Venezuela.

Sumado a esto, el mandatario también prohibió que cruceros procedentes de EEUU atraquen en puertos cubanos, lo que ha provocado una reducción en el número de turistas que llegan a la isla.

Con Información de Diario de Cuba