Imágenes de Díaz-Canel son exhibidas al más puro estilo norcoreano

Una imagen más propia del régimen norcoreano de la dinastía de los Kim circula por las redes sociales en Cuba donde se parecía un amplio grupo de cubanos sosteniendo gigantografías idénticas con la foto de Miguel Díaz-Canel.

El nuevo líder designado del Partido Comunista de Cuba (PCC) se convirtió la semana pasada en la primera persona en ostentar ese cargo sin tener el apellido Castro y además acumula el poder ejecutivo al ostentar la presidencia de Cuba, un puesto al cual también fue designado a dedo.

Imágenes de Díaz-Canel son exhibidas al más puro estilo norcoreano. (Foto: Twitter-Camilo Condis)

La imagen en cuestión muestra a los delegados holguineros al 8vo Congreso del PCC, quienes a su regreso a la oriental provincia cubana sostienen los cuadros con la foto de Díaz-Canel, cual robots adorando a su amo.

“Me quedo sin palabras. Me salen lágrimas de vergüenza ajena”. “Es increíble cómo se vanagloria a alguien que asignaron a un cargo y que nadie eligió democráticamente. Interesante la comparación con las dictaduras asiáticas”, son algunos de los comentarios de los cubanos en redes sociales.

Otros comentarios afirman que los cuadros de Díaz-Canel le fueron entregados a los delegados holguineros como reconocimiento a su participación en el Congreso.

“Cada vez más estos políticos de Cuba se adoran más. Me imagino a Díaz-Canel viendo esta foto, regodeándose todo feliz con la barriga toda gorda y la nariz toda grande de las mentiras pensando en todos su ‘fans’”.

Imágenes de Díaz-Canel son exhibidas al más puro estilo norcoreano. (Foto: Twitter-Camilo Condis)

La figura de Fidel Castro siempre se idolatró, pero según Raúl Castro el dictador pidió en su lecho de muerte que evitaran el culto a su personalidad luego de fallecido y expresamente dijo que no le pusieran su nombre a ninguna escuela, calle. Museo u otra institución.

Sin embargo, la propaganda comunista ahora ordena el culto a la personalidad del nuevo encargado del país en un intento por hacer más carismática su imagen gris de fiel burócrata que ha conseguido ascender en la jefatura del gobierno no por ideas propias sino por seguir al pie de la letra el guión que se le dicta.