Punto Cero: imágenes del abandono de la casa de Fidel Castro

A diferencia de antaño, ahora se puede transitar por las inmediaciones, que se ven «desoladas». (Fotos: Capturas de pantalla)

El amplio terreno conocido como Punto Cero, ubicado entre las intersecciones de las calles 11 B, Quinta D y 222, del municipio Playa, en La Habana, donde se encontraban hasta hace unos años la residencia de Fidel Castro, sorprende actualmente por el mal estado en el que se encuentra, según muestra un reporte de CubaNet.

En el 2018, cuando todavía Dalia Soto del Valle, segunda esposa de Fidel Castro, no se había marchado hacia otra residencia en la zona de Atabey, en el mismo municipio, Punto Cero dejó de ser «el búnker vedado al tránsito vehicular y de personas, con varios perímetros de seguridad custodiados por francotiradores», recuerda el medio independiente.

Actualmente, es un terreno transitable en sus inmediaciones, incluso por Quinta D y calle 222, que constituyen las vías más cercanas a las mansiones principales. Aunque permanecen activas varias garitas con militares (otras a veces parecen abandonadas) y siguen siendo visibles los letreros que limitan el paso, la seguridad principal fue trasladada de manera definitiva a Playa Baracoa.

Tal información fue proporcionada a CubaNet, bajo condición de anonimato, una fuente vinculada a la familia Castro. “Solo se dejaron postas alrededor de la casa porque Dalia la visita de vez en cuando (…), pero allí no queda casi nada. Todo lo importante se fue para Atabey, para otras casas, para el Centro Fidel Castro. Eso está desolado”.

Otro informante del medio sostiene que los terrenos están invadidos por la maleza y reflejan un marcado deterioro; incluso, hay días en que las garitas parecen abandonadas, aunque siguen activas las cámaras de seguridad.

“Se está comentando lo del campo de golf. Dicen que será tan grande como el de Varadero, que va a llegar hasta la Marina (Hemingway)”, contó la fuente.

“Antes no se podía pasar, te rastrillaban el arma casi en la cara, los carros de los Boinas Negras hacían recorridos todo el día, aunque no estuviera (Fidel Castro). Ahora cualquiera hasta se detiene a mirar y no dicen nada, lo que no te dejan filmar ni sacar el celular, tienes que hacerlo sin que te vean las cámaras. Son soldados que no están para nada, incluso a veces las postas están vacías”, agregó.

#ExclusivaCubaNet: Punto Cero: ruina y abandono en el búnker de Fidel Castro.

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— Cubanet 🇨🇺 (@CubanetNoticias) November 21, 2022

Punto Cero, ¿un campo de golf?

En el pasado, esta parcela acogió a un extenso club de golf, el famoso Havana Biltmore Yacht and Country Club. Sin embargo, luego sus 40 hectáreas fueron ocupadas no solo por el complejo residencial de Punto Cero, sino también por el poblado de Jaimanitas y parte de la Marina Hemingway.

A finales de octubre de este año, Luis Martínez de Armas, presidente de la empresa Cubasol S.A., que engloba a la sociedad Cubagolf S.A. y otras, contestó positivamente preguntas en privado sobre la posibilidad de que Punto Cero volviera a sus raíces y fuera transformado pronto en un campo de golf de 18 hoyos, refiere CubaNet.

En estos encuentros, Martínez de Armas se mostró «en busca de capital extranjero para un proyecto que, aunque aprobado en estricta confidencialidad, según acotó reiteradamente, aún no es bien recibido por varias de las figuras más retrógradas del régimen cubano, así como por algunos miembros de la familia Castro, entre ellos la propia Dalia Soto del Valle, viuda de Fidel Castro», añade el medio.

El reportaje recuerda que «los rumores sobre la posibilidad de que el amplio complejo de viviendas y terrenos conocido como Punto Cero termine transformado en un campo de golf conectado con las instalaciones de la Marina Hemingway, como parte de un gran complejo inmobiliario exclusivo para extranjeros, se remontan a inicios de 2018».

En aquel año el hijo de Fidel, Antonio “Tony” Castro Soto del Valle, quien ha ganado varios campeonatos internacionales de golf y es el principal promotor de ese deporte en el país caribeño, planteó la propuesta a su tío, Raúl Castro y este le respondió que era un “proyecto interesante”, pero excluyendo de la negociación a la residencia principal y la casona donde vivieran él y Vilma Espín, al sur de Punto Cero, bajando por calle 222.