Incumplen plan de captura de peces en presa Zaza: no hay combustible para limpiar la maleza 

La baja producción en el sector pesquero es el reflejo de la profunda crisis que enfrenta la Isla, con un impacto directo en la alimentación de las familias cubanas. (Captura de pantalla: Centrovisión – YouTube)

La presa Zaza, el mayor embalse de Cuba, se enfrenta a una situación alarmante: los pescadores regresan con las redes vacías y al cierre del primer trimestre del 2023 incumplieron con el plan de captura, según revela un artículo publicado en el diario oficialista Escambray.

La Empresa Pesquera de Sancti Spíritus tenía un plan de 726 toneladas, pero solo se pudieron cumplir con 291, es decir, el 40% de lo proyectado. La justificación oficial es que no hay suficientes peces en el agua, los alevines que se liberaron en los últimos cuatro años no han tenido la alimentación adecuada y su reproducción se ha limitado.

Según Miriam Solano Valle, al frente de la Dirección de la Acuicultura en Sancti Spíritus, en la actualidad el desarrollo de los peces es más lento, por ello los que se logran capturar en las redes son de menor peso y talla, cuando se compara con los capturados en etapas anteriores.

Otro problema es que la empresa estatal no ha cumplido con la limpieza del embalse para evitar el desarrollo de vegetación que dificulta las labores de pesca. La causa: no hay combustible para las brigadas encargadas de esas tareas, que deben recorrer todo el embalse.

Solano Valle dice que hasta el momento, con un nivel insuficiente de combustible asignado por el nivel central, lograron erradicar el weyler en 13.5 hectáreas de extensión que tenían ese tipo de vegetación.

La directiva confía en que aparezcan más peces en la medida que se avanza en la eliminación de la maleza, pues allí deben estar escondidos y por ello escapan a las redes de pesca.

Su aseveración se apoya en el hecho de que a diferencia de etapas anteriores, no han ocurrido eventos meteorológicos de envergadura, por lo cual no ha sido necesario abrir las compuertas para aliviar volúmenes de agua, lo que constituye una vía de escape de esas especies.

En cualquier caso, la baja producción en el sector pesquero (solo cumplen el plan al 40%) es el reflejo de la profunda crisis que enfrenta la Isla. Ello tiene un impacto directo en la alimentación de las familias cubanas, que también están imposibilitadas de acceder a otras proteínas con valor nutricional, pues se cotizan a altos precios, como es el caso de la carne de cerdo, pollo o res.