Joven atenta contra su vida mientras cumplía con el servicio militar en Cienfuegos

El joven fallecido era vecino del reparto de Tulipán en Cienfuegos. (Foto © Periódico Cubano)

Desde la provincia de Cienfuegos se reporta la muerte de otro joven cubano mientras cumplía con el Servicio Militar Activo. Según el sitio Proa del Centro, el fallecido está identificado como Léster Álvarez, quien fue asignado a la prisión de Ariza.

El reporte indica que el joven, residente en el reparto de Tulipán, habría atentado contra su propia vida, cuatro meses después de haber sido ubicado en las postas de vigilancia dentro del recinto penitenciario.

Según una vecina, el muchacho mostraba un rechazo visible y reiterado hacia las tareas asignadas dentro de la prisión. Un amigo cercano comentó que Álvarez habría utilizado su propio rifle para darse un tiro mortal.

Los familiares de Léster se encuentran devastados y aún no han recibido ningún comunicado oficial por parte de la prisión de Ariza ni de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

En los últimos años, se han reportado múltiples muertes de jóvenes cubanos obligados a cumplir el Servicio Militar. Esta práctica es cada vez más cuestionada por su entorno de abusos, malos tratos, presión psicológica y condiciones extremas. Muchos adolescentes, sin la preparación necesaria, enfrentan una realidad que deteriora su salud mental y física.

La presión dentro del sistema militarizado al que son sometidos estos jóvenes se refleja en un ambiente hostil que no solo limita sus derechos, sino que también les impone un trato deshumanizante. En lugar de formarse para la defensa nacional, muchos terminan quebrados emocionalmente.

Denuncian la muerte de un joven en el servicio militar por negligencia

Un joven cubano identificado como Maikol García Hernández, con antecedentes de problemas de salud mental, se quitó la vida en marzo pasado, mientras cumplía el Servicio Militar Activo en la Unidad 6244, situada en Liberación, San José de las Lajas.

Su abuelo, Julio Cesar Correa Hernández, denunció a través de Facebook que las autoridades desoyeron las advertencias sobre la inestabilidad emocional del joven. Según su testimonio, Maikol había expresado en varias ocasiones su intención de suicidarse, incluso confesando tres meses antes su plan de dispararse.

Correa Hernández afirmó que comunicó esta amenaza al capitán Yordany, solicitando que no se le asignaran armas ni tareas de vigilancia. Sin embargo, pese a las advertencias, Maikol fue enviado a custodiar un área que resguarda municiones.

La familia denunció que el oficial minimizó sus preocupaciones, calificándolas de “malcriadeces”. Horas más tarde, ocurrió el fatal desenlace, evidenciando una posible negligencia en la atención de un soldado con problemas mentales.

El incidente sucedió alrededor de las 6:00 p.m. El cuerpo de Maikol permaneció en el lugar hasta las 10:00 p.m., cuando las autoridades finalmente realizaron el levantamiento forense. Esta demora provocó indignación entre familiares y allegados, quienes consideraron que el trato recibido fue inhumano.