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Jueces de migración podrán negar el asilo en EEUU sin necesidad de audiencia
El gobierno republicano defiende esta política como una herramienta necesaria para gestionar el alto volumen de solicitudes y concentrar los recursos en los casos que tienen una base legal sólida
La administración del presidente Donald Trump autorizó a los jueces de inmigración a denegar solicitudes de asilo sin que el ciudadano extranjero se presente en una audiencia. Según un comunicado emitido por la Oficina Ejecutiva para Revisión de Inmigración (EOIR, por sus siglas en inglés), el proceso de denegación se hará siempre que no existan hechos en disputa.
El objetivo de la disposición, que entra en vigor de inmediato, es agilizar el proceso migratorio, donde actualmente se acumulan casi cuatro millones de casos pendientes en las Cortes de Inmigración.
El memorando, firmado el 11 de abril por la directora interina de EOIR, Sirce E. Owen, establece que los jueces pueden rechazar casos de asilo por motivos legales sin escuchar a los solicitantes en audiencia, en situaciones donde la solicitud no cumpla con los requisitos mínimos o cuando no haya elementos en disputa que requieran una evaluación judicial.
Según la nueva directiva, los jueces pueden tomar decisiones sumarias cuando los casos carezcan de fundamento legal, como aquellas solicitudes presentadas fuera del plazo de un año sin justificación válida o las que no estén vinculadas a causas protegidas por la ley de asilo.
Pedir asilo en EEUU es el “escudo protector” contra la revocación del parole – https://t.co/liAbySzs3X
— Jesús Miguel Medina (@nightniebla1) April 14, 2025
El memorando destaca que el solicitante tiene la carga de demostrar su elegibilidad para el asilo, y citan precedentes legales que permiten la desestimación preliminar de casos sin mérito. Entre los ejemplos que justificarían la denegación sin audiencia están: solicitudes fuera de plazo, falta de conexión con un motivo de persecución protegido, y antecedentes penales que descalifiquen al solicitante.
La nueva directiva ha generado controversia, especialmente entre organizaciones de derechos humanos, que temen que personas que legítimamente buscan asilo puedan ser rechazadas debido a errores formales o falta de representación legal adecuada. Estas organizaciones han señalado que esta medida podría afectar a aquellos solicitantes que no tienen los recursos para presentar sus casos adecuadamente.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos defiende esta política como una herramienta necesaria para gestionar el alto volumen de solicitudes y concentrar los recursos en los casos que tienen una base legal sólida. La administración considera que no tiene sentido celebrar audiencias cuando los hechos del caso no cambiarán el resultado legal, lo que, según ellos, facilitaría la resolución más rápida de los casos.
Lo cierto es que la modificación llega en un contexto de endurecimiento general de las políticas migratorias en EEUU. La administración de Donald Trump ha revocado visas humanitarias y eliminado programas migratorios que se emitieron bajo el gobierno de Joe Biden. Los republicanos han prometido hacer la mayor deportación de migrantes en la historia del país. Desde la Casa Blanca también se impulsan las autodeportaciones voluntarias y la imposición de multas a quienes desobedezcan las órdenes de deportación.
