Activista Thais Mailén sufrió una caída en prisión y no recibió atención médica inmediata

Activista Thais Franco no tiene acceso a sus medicinas. (Manuel Milanés-Facebook y Yaxys Cires-Facebook)

La activista Thais Mailén Franco, detenida en una manifestación pacífica realizada en la calle Obispo de La Habana, terminó en una silla de ruedas y sin atención médica, tras haber sufrido una caída en prisión.

La página de Facebook La Cola de la Libertad expuso el caso de la joven madre, quien siete horas después de la caída pudo llamar a su esposo, Michel Hernández Corría, para decirle que no podía levantarse y estaba con mucho dolor, además de tener la presión alta.

Mailén Franco forma parte del grupo de personas que aún no han sido liberadas por participar en la protesta, que exigía el fin del cerco policial contra Luis Manuel Otero Alcántara, fundador del Movimiento San Isidro.

La activista enfrentaría los delitos de “desorden público” y “resistencia”, los cuales, según el Código Penal, conllevan una sentencia entre tres meses y cinco años de prisión.

A principios de mes, Hernández Corría denunció ante el Diario de Cuba que los custodios en la prisión Villa Marista no permitían que la activista tuviera acceso a medicinas pese a sus padecimientos.

Mailén Franco tiene problemas de hongos en los pies, un padecimiento que si no se atiende de manera continúa puede agravarse, además padece de hipertensión e hipertiroidismo.

La detención arbitraria contra la activista motivó a los colectivos Red Femenina de Cuba y la Alianza Cuba por la Inclusión a emitir un comunicado conjunto para exigir su libertad inmediata.

“Thais sigue en prisión por un delito que no ha cometido, separada de tres hijos menores que la necesitan. En este sufrimiento reside a la vez su fuerza y la de todas nosotras, que seguiremos reclamando pacíficamente nuestros derechos para que todos los cubanos podamos vivir en libertad y auténtica concordia”, dice el comunicado.

La revista feminista Alas Tensas también se pronunció a favor de la liberación de la activista señalando una preocupación debido a la falta de medicinas para ella.

Antes de este arresto prolongado, la activista fue detenida junto con la periodista independiente Iliana Hernández y ambas fueron subidas a una patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

Momentos después de que el vehículo comenzó a avanzar, la activista sacó medio cuerpo por la ventana y gritó ¡Abajo la dictadura, abajo el comunismo!

Tras esta detención arbitraria, el gobierno impuso multas de dos mil pesos para la activista y la periodista, además les dieron la orden de que no salieran de sus viviendas.