La exjueza cubana Melody González espera el fallo de su solicitud de asilo en EEUU

La jueza pidió asilo político ante la negativa de entrada a EEUU. (Foto © Mario J. Pentón-X)

La exjueza cubana Melody González Pedraza tuvo su audiencia final sobres solicitud de asilo ante un tribunal de inmigración en Florida que emitirá una decisión definitiva el próximo 8 de mayo, informó el Diario de Cuba.

En la sesión, realizada el pasado martes, se evaluó dicha petición que se ha encontrado enmarcada por controversias y acusaciones sobre su implicación con el régimen castrista y pertenencia al Partido Comunista de Cuba, cuando laboraba como presidenta del Tribunal Municipal de Encrucijada, Villa Clara.

González Pedraza llegó a Estados Unidos el 30 de mayo de 2024 bajo el programa de Parole Humanitario implementado por la administración del expresidente Joe Biden. Autoridades migratorias rechazaron su entrada por sus antecedentes con el PCC y ante ello decidió solicitar asilo político.

Desde entonces, ha permanecido en el centro de detención Broward Transitional Center en Pompano Beach. A pesar de los esfuerzos por defender su caso, es probable que termine recibiendo una orden de deportación, tal como ya fue entregada a su marido, identificado como William.

El abogado Santiago Alpízar, presidente de la organización Cuba Demanda, presentó durante la audiencia del martes testimonios que aseguran que González Pedraza ha sido un “agente represor” del PCC, señalando su implicación en condenas a jóvenes cubanos sin pruebas suficientes, una acusación que ella misma reconoció en una entrevista previa.

La exjueza también figura en la lista de represores cubanos entregada al gobierno de EEUU por el congresista republicano Carlos Giménez en marzo de este año. Esta clasificación fue elaborada por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) y contiene los nombres de más de cien personas vinculadas al régimen cubano, acusadas de violaciones de derechos humanos y represión contra disidentes.

En medio de este proceso, González Pedraza ha denunciado diversas irregularidades en el proceso judicial que enfrenta, y en especial la detención de su esposo, quien fue condenado sin el debido proceso legal.

En sus declaraciones al Diario de Cuba, la exmagistrada aseguró que la detención de su esposo, sin posibilidad de apelación, fue un intento de “doblegarla” y presionarla para que su caso fuera decidido en su contra.

Además, señaló que, durante el proceso, las autoridades migratorias presentaron pruebas “irracionales” y testigos que habrían actuado bajo presiones externas. Uno de los testigos más importantes para la Fiscalía, según González Pedraza, había manipulado los hechos y se negó a testificar cuando se le llamó a la corte debido a la falta de pruebas.

Uno de los aspectos centrales de la defensa de la mujer es la cuestión de su pertenencia al PCC. La exjueza asegura que su afiliación a esta institución política fue obligada y no voluntaria, y que dejó de ser miembro antes de salir de Cuba.

A pesar de presentar pruebas que avalan su argumentación, como documentos que prueban su baja del partido, no ha recibido una respuesta favorable ni por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ni de la corte de inmigración.

González Pedraza también presentó una moción que argumenta que, de acuerdo con la ley, existen excepciones para personas que no son miembros activos del PCC y que no desempeñan roles políticos directos, lo cual sería su caso. Sin embargo, su solicitud no ha sido resuelta, lo que aumenta la incertidumbre sobre su futuro en EEUU.

La exjueza cubana, que trabajó durante 18 años en el sistema judicial de la Isla, ha expresado en múltiples ocasiones su frustración con lo que considera un proceso judicial injusto.

En su opinión, su detención y el juicio que enfrenta no corresponden a un proceso de inmigración, sino más bien a una especie de “juicio político” que la ha “juzgado y sancionado como una criminal”. González Pedraza ha señalado que en su caso se han violado más leyes y derechos que los que ella violó durante su tiempo en Cuba.