La silla del prócer cubano Antonio Maceo permanecerá en Cuba

La silla del prócer de la independencia cubana Antonio Maceo permanecerá en Cuba por lo menos tres años más gracias a las gestiones que realizó el fallecido historiador Eusebio Leal ante el Ayuntamiento de Palma.

Días antes de morir, Leal envió una carta al alcalde de esta ciudad española, José Hila, para recordarle que en diciembre se cumplirá el plazo acordado para el préstamo de la silla y por ello pidió la renovación del acuerdo “para que el pueblo cubano pueda seguir teniendo como guardia y custodio una parte importante del alma de nuestra patria”.

Las nuevas gestiones fueron terminadas por Gerardo Moyá, presidente de la Casa de Amistad de Baleares-Cuba, quien también afirmó la posibilidad de que la silla, esculpida en madera de palma real, se quede en la Mayor de las Antillas, posiblemente, a través de un trueque.

La silla, que fue de uso personal por parte de Antonio Maceo, llegó a Europa como botín de guerra del general Valeriano Weyler y estuvo dos años en Mallorca hasta que descendientes de este militar, encargado de la represión del movimiento independentista, la cedieron al Ayuntamiento de Palma.

El asiento formó parte de los “trofeos” exhibidos en el castillo militar de San Carlos en referencia a las guerras de Cuba y Filipinas que marcaron el final del dominio colonial de España en el mundo.

En 2018, el presidente Pedro Sánchez la regresó a Cuba a través de su primer viaje oficial luego de que Moyá propuso al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que se aprovechara esta visita para concretar la reclamación.

El segundo jefe del Ejército Libertador cubano utilizaba la silla para descansar entre los combates contra los españoles hasta que murió a causa de una bala que rompió su quijada y atravesó cuello y hombro, además de recibir un impacto en el vientre.

Maceo tenía 51 años cuando cayó muerto en combate en una emboscada realizada por las tropas ibéricas el 7 de diciembre de 1896 cerca de la finca de San Pedro, a unos 35 kilómetros de La Habana.

“No hay soldado más bravo ni cubano más tenaz”, llegó a decir el héroe nacional José Martí sobre Maceo, quien a tres meses de incorporarse a la insurrección, en 1868, logró ascender al rango de teniente coronel por sus méritos en las batallas.

Los datos históricos señalan que tuvo al menos 9 importantes victorias en la lucha de la independencia y en 14 ocasiones rechazó los ataques de Weyler en Peleadero de Tapia.