ESTADOS UNIDOS
La trágica historia familiar de Joe Biden: Pobreza, adicciones y muertes inesperadas
“Mi padre solía decir que no importa cuántas veces te tumben, la medida de un hombre está en lo rápido que te pones en pie”
Contrario a lo que muchos piensan, la vida de Joe Biden no ha sido nada fácil. El Presidente electo de los Estados Unidos ha superado no una, sino tres fuertes tragedias familiares y, en su extensa carrera política, ha lidiado con la adicción al alcohol de su hermano y de uno de sus hijos.
Quizá la tragedia de Biden que más se conoce es aquella que lo alejó de las primarias de 2016: la muerte de su hijo Beau, el mayor de los tres que tuvo con su primera esposa, Neilia Biden, también víctima de otra muerte inesperada.
Beau falleció a causa de un tumor cerebral, al que el médico de Biden en la Casa Blanca, Kevin O’Connor, llamaba The Monster. Muchos decían que el abogado de 51 años era una versión mejorada de su padre. Fue fiscal general del Estado de Delaware y buscaba la gobernatura de ese estado cuando el cáncer lo dejó postrado.
Joe Biden ya sabía lidiar con la muerte. En 1972, su esposa Neilia se dirigía a comprar un árbol de Navidad con sus tres hijos pequeños Hunter, Beau y Naomi, cuando un camión embistió fuertemente su auto. Neilia y Naomi, de apenas un año, murieron al instante.
El expresidente nació en una familia católica de tradición irlandesa. Durante su juventud, la situación económica familiar empeoró considerablemente. Su padre pasó de ser un exitoso empresario del petróleo a quedar desempleado y echar mano a trabajos “basura”, con cuatro hijos que mantener.
En esta etapa, el alcohol siempre fue un problema. “Ya hay bastantes alcohólicos en mi familia”, suele responder Biden cuando le preguntan por su condición de abstemio.
El alcohol afectó gravemente a Frankie Biden, su hermano de 66 años que no sale de rehabilitación y debe millones de dólares en multas y juicios por su pasado como conductor borracho.
Otro adicto lo fue su hijo Hunter, de 49 años, a quien también lo vinculan con negocios en Ucrania e hijos no reconocidos. Su escándalo más sonado se dio en 2016, cuando lo captaron comprando crack en Los Ángeles y luego lo denunciaron por dejar parafernalia de drogas dentro de un auto de alquiler en Arizona.
Lo peor fue que durante su rehabilitación recibió la visita de la viuda de su hermano Beau, Hallie Biden, y a partir de ese momento comenzó a tener una relación amorosa con su ex cuñada que duraría menos de un año.
Muchos opinan que de todos estos sucesos emerge la resiliencia de Joe Biden y su afán de no rendirse, por más negro que sea el escenario.
“Mi padre solía decir que no importa cuántas veces te tumben, la medida de un hombre está en lo rápido que te pones en pie”, dice en todas sus campañas.
CARLOS
12 septiembre, 2020 - 9:26 AM at 9:26 AM
personas como biden son las que necesitamos para dirigir este pais, espero que dios ponga sus manos y sea la PERSONA HONESTA, SINCERA, INTELIGENTE Y EDUCADA QUE NOS CONDUZCA EN LOS PROXIMOS ANOS
Lisandra Santiago Martínez
12 septiembre, 2020 - 1:29 AM at 1:29 AM
Bendito yo también soy pobre y me he caído y pelado las rodillas.y me levanto y sigo pobre.eso me pasa por honarada.