Las artistas cubanas Katherine Bisquet y Camila Lobón están bajo vigilancia desde el 4 de diciembre

Camila Lobón está bajo arresto domiciliario (Foto: Camila Lobón – Facebook)

La escritora Katherine Bisquet y la artista visual Camila Lobón desde el 4 de diciembre se encuentran bajo arresto domiciliario y en continua vigilancia por parte de agentes de la Seguridad del Estado.

Lobón relató en Facebook que el 3 de diciembre llegó a casa de Bisquet para ayudarla con una mudanza al siguiente día y momento antes de salir se armó un operativo alrededor de la vivienda con patrullas y oficiales del Ministerio del Interior.

Pese a ello, las artistas intentaron realizar la mudanza pero fueron interceptadas en la entrada de la casa y se les impidió salir, además frente a ellas un agente reportó a sus superiores que Lobón se encontraba en casa de Bisquet.

Camila pudo salir de la casa ayer para ir a comprar cigarros y dulces pero en compañía de un agente que ante la pregunta “¿Por qué estamos retenidas?”, contestó “ustedes saben lo que hicieron”.

Tras la respuesta del oficial, la artista recriminó que las mantienen bajo un arresto domiciliario y sin expediente abierto porque no han cometido delito alguno o violado una ley.

Al no haber dulces a la venta, regresaron a la vivienda y en el camino Lobón preguntó hasta cuándo se iba a mantener el encierro y como respuesta el agente le dijo que solo tiene que decir a dónde quiere ir para ser trasladada por una patrulla.

“¿Cómo que me llevan? O sea, me llevan en la patrulla, ¿cómo un taxi? Me trasladarán ¿y luego?, ¿me pondrán vigilancia también a donde vaya y me impedirán salir?”, cuestionó la artista.

Antes de que Lobón entrara de nuevo a la casa el agente respondió “te repito, cuando quieras salir, me lo dices, y te llevamos. De la vigilancia no te puedo responder, ustedes saben lo que hicieron y por qué estamos aquí”.

Al continuar la publicación, la artista comentó que públicamente no ha hablado de las diversas estrategias que la policía política ya hizo contra ella para interferir con su vida y desestabilizarla.

“No las he contado públicamente, por respeto a los involucrados que prefieren no hacerlo y porque siento que son nada en comparación con la brutalidad con que intervienen en otras vidas”, agregó.

Asimismo dijo que los agentes del gobierno cubano no reconocen la violencia o arbitrariedad de sus actos y siente tener el derecho de hacerlo debido a que el Estado les hace creer que es deber patriótico hostigar, perseguir y criminalizar a los disidentes.

“Espero que un día vivamos en un país en el que Mario, Kenia, Hansel, Jaime, Darío y Adrián, puedan hacer un trabajo más productivo, que estar al tanto de la vida de una muchacha de 25 años, de 49kg, que estudió arte 9 años, recoge gatos callejeros y hace libros ilustrados. Espero que un día puedan hacer algo más constructivo que desgastarse vigilando y difamando de quienes saben perfectamente que no son ningún peligro para nadie”, finalizó.