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Lázaro Bruzón: “Una vez que asumes lo que es la libertad, nada vuelve a ser igual”
Desde hace algunos meses el estelar deportista vive en EEUU
Lázaro Bruzón, quien por años se mantuvo entre los primeros ajedrecistas de Cuba, se encuentra desde hace unos meses viviendo fuera del país y se plantea algunas dudas sobre la actual situación del país y la posibilidad de un cambio real en el sistema.
Mediante su cuenta en Facebook el tunero escribe un extenso post donde plasma todo el pensamiento que lo abruma por estos días y reconoce que necesitaba “hacer catarsis” para “limpiar mi mente, para dormir bien, para soltar una carga pesada que llevo durante algún tiempo”.
“A veces pienso que no somos de un país llamado Cuba, sino del planeta Cuba y nosotros somos alienígenas. ¿Por qué todo lo que pasa con Cuba y los cubanos tiene que ser tan fuera de lo común? ¿Por qué cosas que deberían ser simples y lo son en cualquier parte del mundo se convierte en un caos total cuando se trata de Cuba?”, escribió.
El trebejista se queja de los sentimientos de en su opinión dividen al cubano donde quiera que se encuentre:
“Todos los cubanos de una forma u otra estamos muy afectados, cuando analizo la sociedad y como nos comportamos en las redes veo muchos sentimientos de frustración, odio, impotencia, agresividad y sobre todas las cosas temor, tenemos mucho temor. A veces no damos un like a una publicación por la repercusión, es enfermizo”.
Desde el 2018 el varias veces campeón de Cuba e integrante del equipo criollo a las olimpiadas mundiales del juego ciencia se encuentra viviendo en EEUU, luego de pedir la separación del INDER.
“Por mucho tiempo estuve apartado de temas políticos, las razones pueden ser muchas, cada cual tiene que vivir su proceso y es lo que he hecho yo. Hoy, sin creerme el más patriota que nadie, quiero aportar mi granito de arena sobre los temas de Cuba”, añade Bruzón, que afirma cómo desde que salió del país de forma permanente ha comenzado a crear una conciencia política del debate y el análisis.
“Una vez que asumes lo que es la libertad, el respeto a la opinión ajena y el hecho de tu poder dar una opinión sin ser cuestionado, nada vuelve a ser igual. No hay peor prisión que encerrar tus ideas por temor a las represalias que puedan tomar por el simple hecho de emitir un criterio. En ese sentido principalmente es que hoy no me da la ecuación de ninguna manera con lo que pasa en Cuba y el trato que se le da a las personas que piensan diferente”, se plantea el ajedrecista.
De la utilización del lenguaje comunista ahora llega a una conclusión: “Cuando antes escuchaba la palabra opositor, disidente, al momento venían acompañadas de adjetivos como mercenarios, enemigos, delincuentes y toda esa propaganda que por tanto tiempo nos han dicho”.
“¿Hasta cuándo el gobierno cubano va a seguir poniendo la ideología por encima de la realidad objetiva de la nación cubana? ¿Acaso no ven lo que pasa? El descontento general, la cantidad de cubanos que se van y los que quieren emigrar a cualquier parte. ¿Acaso es tan complicado ver que no puede avanzar un país donde la prioridad en todos los ámbitos es la ideología y la propaganda? ¿Cuánto se gasta en actos y concentraciones masivas? En un país con tantos problemas económicos como el nuestro, ¿será eso lo que hace más falta? ¿Cuándo vamos todos a plantearnos de forma honesta si ese es el país que queremos realmente o si se puede mejorar, si podemos aspirar a algo mejor? ¿Cuáles son las esperanzas y sueños de los cubanos?”.
Antes de finalizar, deja una conclusión muy importante y que ha salido a relucir con los acontecimientos en el Mercado de Cuatro Caminos cuando el régimen culpó al pueblo de indisciplina social:
“No puede seguir pensando el pueblo que el culpable de todo es el bloqueo como nos han contado hasta ahora. No hay que llegar a la violencia para exigir tus derechos y oponerse a lo injusto. Reconocer que nos equivocamos, que hemos sido engañados es siempre difícil. Yo también puedo callar por conveniencia, la mayoría nos hacemos los de la vista gorda sabiendo lo que pasa a nuestro alrededor y solo actuamos cuando nos pisan los callos, pero hoy no lo puedo hacer”.