Lis Cuesta es sorprendida comprando ropa en Granada

Lis Cuesta, la esposa de Miguel Díaz-Canel, fue sorprendida comprando ropa en una tienda de Granada, según un video divulgado por el activista Juan Juan Almeida que tiene un amplio conocimiento de la dictadura cubana en su condición de hijo del fallecido Juan Almeida Bosque.

En las imágenes se aprecia a Cuesta delante de un mostrador conversando con la dependiente. “Anda de tiendas, buscando pullover de niños con piratas”, comentó Juan Juan en su cuenta de Instagram donde también algunos indica que se trata del centro comercial Spiceland Mall, en Saint George’s, Granada.

“Yo la entiendo, porque mi hijo quería uno, pero de carros, y no hay ninguno que pudiera comprar con mi salario. Así que ella que puede, lo fue a buscar más lejos. Descarada y cara de guante”, espetó una cubana desde su cuenta de Twitter.

“Qué horrible. Qué mal gusto. Debe comprar ropa de Gucci o Christian Dior, es la esposa de un presidente. Además, un ‘pullover de piratas’ puede incitar a la creación de piratas comunistas en el Caribe”, comentó otro.

La esposa de Díaz-Canel es ampliamente criticada, pues utiliza los viajes presidenciales para pasear con el dinero del pueblo. Según su marido, ella no es “primera dama” simplemente es “una esposa que trabaja”. Por tal motivo, se desconoce en función de qué es incluida en las comitivas que hace algunos días viajó por Rusia, Turquía, China y Argelia. En la actualidad, está de gira por varias naciones del Caribe.

La gira presidencial por el Caribe ha estado marcada por varios papelazos de Díaz-Canel y su grupo. Uno de ellos fue cuando en un discurso pronunció un par de oraciones finales en “inglés”. El mandatario fue objeto de varias burlas, pues su pronunciación del idioma de Shakespeare no estuvo a la altura.

Desde San Vicente y las Granadinas trascendió un video donde el anfitrión Ralph Gonsalves ofreció una cena de bienvenida a la comitiva cubana y Díaz-Canel aprovechó para animar la fiesta con un karaoke. El primer secretario del Partido Comunista tomó el micrófono para entonar La Guantanamera, mientras Cuesta y la vicecanciller Josefina Vidal aplaudían desorbitadamente.