Los 1.500 soldados de EEUU desplegados en la frontera concluirán su misión en próximos días

Los militares llegaron a la frontera para auxiliar a los agentes de la CBP en tareas administrativas. (Captura de pantalla: Euro News – YouTube)

El Pentágono retirará a los 1.500 soldados que fueron desplegados en la frontera entre Estados Unidos y México durante el pasado mes de mayo para apoyar en las tareas de la zona, cuando la administración de Joe Biden se preparaba para poner fin a las restricciones sanitarias causadas por la pandemia, entre ellas el Título 42.

El secretario de Defensa, Lloyd Austin, aprobó la medida de enviar el personal militar a la zona cuando existía la preocupación de un incremento de los cruces fronterizos ilegales, que se esperaba ante el fin de las medidas preventivas.

La retirada ocurrirá el próximo 8 de agosto cuando se dé por concluida la misión de 90 días que se destinó a este cuerpo militar. Primero, se moverán 1.100 efectivos, y los 400 restantes continuarán hasta el 31 de agosto, según un funcionario de defensa que prefirió mantener el anonimato al ser cuestionado por AP.

Estas tropas llegaron con la orden de desempeñar únicamente tareas relacionadas con el ingreso de datos y apoyo en los almacenes, con el objetivo de que los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) se concentraran más en su trabajo de campo.

Los efectivos militares en servicio activo no son los únicos involucrados en el control fronterizo, ya que aún hay 2.300 soldados adicionales de la Guardia Nacional bajo órdenes federales que permanecen en la frontera realizando funciones de apoyo similares. Estas tropas no se extenderán, pero se rotarán otras unidades para reemplazarlas al finalizar sus despliegues.

La retirada de los soldados coincide con múltiples desafíos judiciales a la agenda de inmigración de la administración Biden. La semana pasada, un juez federal dictaminó que una regla administrativa que limitaba el acceso al asilo en la frontera sur era contraria a la ley.

El magistrado otorgó un lapso de 14 días para que el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) presentara una apelación contra dicha decisión. “Seguimos confiando en nuestra posición de que la norma de elusión de vías legales es un ejercicio legal de la amplia autoridad que otorgan las leyes de inmigración”, declaró un portavoz.

En este contexto, dicho departamento también presentó una demanda contra el gobernador de Texas, Greg Abbott, para que retire las boyas flotantes que colocó en el Río Bravo como una barrera para impedir el paso de indocumentados. Además, las orillas de este río, en el lado texano, se encuentran fortificadas con alambres de púas.