FARÁNDULA
Marlon Pijuán de cumpleaños mientras Isidoro ‘vive del cuento’
«El hijo de Consuelo” desde su incorporación al popular espacio, se ha ganado el cariño de la audiencia dentro y fuera de la Isla
El joven y talentoso actor es egresado de la Escuela Nacional de Arte y de la Universidad de las Artes (Instituto Superior de Arte) (Foto: Marlon Pijuán- Facebook)
El actor cubano Marlon Pijuán, conocido por su personaje de «Isidoro» en el popular programa de la televisión cubana Vivir del Cuento, celebra su cumpleaños este 10 de septiembre.
Aunque tal vez se encuentre en una de sus etapas profesionales de mayor reconocimiento, esto ha sido logrado con constancia y esfuerzo de su parte, pues comenzó su carrera desde que era un niño.
A la edad de los 3 años integró el coro ‘Solfa’ dirigido por la Maestra Maylan Ávila y un posteriormente, formó parte de la Compañía infantil de teatro ‘La Colmenita’, donde crecieron sus aptitudes en el arte y aunque ha confesado que en esa época no se consideraba actor, «sentía en un lugar donde lo más importante era jugar, como un parque de diversiones en un escenario, no teníamos quizás la conciencia de cuán serio era lo que llevábamos a cabo en el inicio de esta carrera, porque no es el objetivo de la compañía».
Sobre las enseñanzas obtenidas, ha dicho que aprendió a no tener miedo, a enfrentarse a todo, «a bailar si hay que bailar, a cantar si hay que cantar, tocar un instrumento, cosas que ahora de adulto no ves tan lógicas, porque si ahora te mandan a tocar un instrumento tú no lo haces», comentó en una entrevista a OnCuba.
El carismático joven, originario de La Habana Vieja, es egresado de la Escuela Nacional de Arte y de la Universidad de las Artes (Instituto Superior de Arte), respectivamente. Además, paralelo a su faceta actoral, disfruta laborar en el perfil de la dirección de casting, donde tuvo su primera experiencia en la película “Cuba libre” del director Jorge Luis Sánchez e incursiona en la conducción televisiva y de espectáculos.
A pesar de su juventud, Marlon tiene claro que el respeto al público es fundamental, pues es «para el cual trabajamos. Si no logras la aceptación de este, jamás podrás alcanzar popularidad y mucho menos trascender como actor».
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Marlon Pijuán y su experiencia en Vivir del Cuento
El primer acercamiento de Marlon Pijuán al programa Vivir del Cuento fue durante un espectáculo al que asistió como espectador y a partir de entonces, en diálogo con el elenco dirigido por Ignacio Hernández (Nachi), nació la idea de incluir a Isidoro, un personaje nacido de diferentes historias de amigos gay que conoce.
«Vivir del cuento es una imagen de nuestra sociedad. Me satisface mucho que la gente se identifique con los cuadros de este guion y que se fusione con nuestra alegría. Hay refranes que me gustan, como ‘tú bailas bien, pero te pegas mucho’ que es el que más me atrae. En el humor y en particular en la televisión, los homosexuales suelen ser marginados u objeto de burla. Entonces me propuse diseñar una figura de estos tiempos, que fuera joven, inteligente, cordial y afable, sin asomos a la broma ofensiva y de mal gusto. Así nació Isidoro Rosales Lamorú, más conocido como Isi. Y cuando la gente se percata de que en la vida real no soy gay, le da más relevancia a mi trabajo», dijo en una entrevista al periódico oficialista Trabajadores.
Isidoro, “el hijo de Consuelo” desde su incorporación al espacio, considerado el más popular de la pantalla chica cubana, se ha ganado el cariño de la audiencia dentro y fuera de la Isla. Precisamente, quien lo encarna considera que su experiencia y criterio están ahí, mediante Isidoro, con el que defiende los derechos de esa comunidad «porque no hay que ser gay para defenderlos, defiendo varias causas que no tengo cerca».
En cuanto a popularidad alcanzada en lo últimos tiempos y su manejo, desde lo personal, Marlon Pijuán, asevera que esta es el fruto del trabajo y la aceptación. «Soy una persona que escucha mucho a la gente y creo que el arte no se hace ni para los críticos ni para los especialistas, sino para el público, para la gente “común”, da igual si el vecino del barrio o cualquiera que te vea por YouTube porque uno no sabe quién te está mirando».
