Más cubanos se ven obligados a viajar en taxis por crisis en el transporte público

Aquellos que recurrieron al taxi, ya sea por necesidad o falta de alternativas, aumentaron de 64.5 a 94.6 millones. (Foto: Periódico Cubano)

Más de 40 millones de pasajeros han dejado de moverse en el transporte público en Cuba en los nueve primeros meses del 2023, con relación a igual etapa del año anterior debido a la crisis en el sector. Lo anterior ha derivado en que los cubanos se hayan visto obligados a utilizar taxis, un medio más costoso, para trasladarse en tareas cotidianas o de emergencia.

Según un informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei), entre enero y septiembre del actual año se aprecia una contracción del 14.6% anual en el uso del transporte público, mientras que los taxis han sido los naturales beneficiarios de la crisis en el sector estatal con un impresionante crecimiento del 46.6% en el mismo periodo.

En detalle, el total de pasajeros que utilizaron guaguas (autobuses urbanos) cayó de 301.1 a 257.7 millones. Esta cifra refleja los viajes totales que cada individuo realizó. Paralelamente, aquellos que recurrieron al taxi, ya sea por necesidad o falta de alternativas, aumentaron de 64.5 millones a 94.6 millones, evidenciando un cambio drástico en las preferencias de transporte.

La crisis del transporte público en Cuba no es un fenómeno reciente, pero las cifras actuales subrayan su persistencia y agudización. En La Habana, más de la mitad de la flota de transporte, compuesta por cerca de 900 vehículos, está fuera de servicio, ya sea por la escasez de combustible y/o piezas de repuesto.

Gobierno topa el precio de la transportación en el sector privado

Las estadísticas de la Onei pudieran estar sub valuadas, pues hay muchos transportistas privados que realizan la actividad en la informalidad, ya que es imposible atenerse al control de precios que el gobierno impone.

En junio pasado, un taxista fue multado con 10.000 pesos cubanos (CUP) por supuestamente violar la política de precios topados en el transporte. El incidente, capturado en video, muestra al taxista confrontando a las inspectoras, argumentando que el Estado comunista también debería ser multado por los altos precios de los insumos necesarios para su vehículo, como neumáticos y aceite.

Los transportistas privados, que suelen utilizar autos antiguos (almendrones) con piezas de repuesto costosas, se sienten afectados por esta política de precios topados. Argumentan que los precios fijados por los burócratas comunistas no consideran los costos operativos reales, lo que afecta sus márgenes de ganancia.

Esta situación ha generado descontento entre los transportistas, llevándolos a considerar una huelga general para presionar al gobierno o irse hacia la informalidad.