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México compraría un material a Cuba para la construcción del Tren Maya
El Tren Maya es una obra con la que López Obrador pretende impulsar el turismo en el sureste mexicano
Un material procedente de Cuba sería utilizado en la construcción del Tren Maya, una obra con la que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende impulsar el turismo en la zona sur y sureste de la nación azteca.
El mandatario, quien ha demostrado un fuerte respaldo al régimen castrista, dio a entender en su habitual rueda de prensa matutina que solicitaría balasto a la Isla para el tramo 5 de la ruta del tren maya.
Esta sección inicia en el puerto de Cancún y se desplaza hasta Playa del Carmen, es una extensión de 49.8 kilómetros en el estado de Quintana Roo, al sureste de México.
“Voy a comentar algo para que nos cuestionen nuestros adversarios. Es muy probable que para este tramo traigamos balasto, que sí hay acá”, dijo el izquierdista mientras señalaba a Cuba en un mapa.
El balasto es una capa de grava que se distribuye por donde se colocan las traviesas o durmientes del ferrocarril. Este material ha sido considerado clave para el desarrollo de este medio de transporte, aunque no es un elemento fundamental en la estructura ferroviaria.
Según la agencia AP, la compra por parte de México representaría una complicada travesía debido al peso de que se requiere en la obra y el puerto más cercano para el arribo del material.
De concretarse el plan de López Obrador, los buques para el transporte del balasto cubano anclarían en el puerto de Sisal, ubicado en el estado de Yucatán, y al otro lado del tramo en cuestión.
La situación obligaría al gobierno mexicano a utilizar camiones para el transporte a lo largo de 300 kilómetros.
La ruta del Tren Maya, una de las promesas que hizo López Obrador en su tercera candidatura hacia la presidencia de México, abarcará unos 1.500 km, pasando por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En esos territorios se encuentra la Riviera Maya, la zona hotelera de Cancún y también importantes sitios arqueológicos de la civilización Maya.
Ambientalistas y opositor a la administración de dicho presidente han denunciado que la construcción de esta obra tendrá un impacto negativo en la selva de la zona.
Inclusive, el Manifiesto de Impacto Ambiental, emitido por el gobierno mexicano, señala que las actividades provocarán alteración a la calidad del aire, contaminación acústica por el incremento de niveles de ruido, modificación del relieve natural y hundimientos, sin embargo, en el mismo documento se señalan que estos problemas tendrán una “magnitud limitada”.