Migración cubana negó entrada a activista LGBTI+

Michael Petrelis, un conocido activista de la comunidad LGBTI+ proveniente de San Francisco no recibió aprobación para entrar a Cuba, de acuerdo a información que él mismo publicó a través de su perfil de la red social de Facebook.

A través de la citada red social, Petrelis cuenta lo sucedido al escribir: “Hace una hora, Interjet Airlines me informó que las autoridades de inmigración cubanas me habían negado la entrada al país. Volé durante la noche de San Francisco a Cancún, en un vuelo turbulento, y tomaré un vuelo a casa en unas pocas horas”.

De acuerdo a lo señalado por el estadounidense, uno de los empleados de la aerolínea le explicó que “por cuestiones migratorias no se nos permite trasladarlo a La Habana ya que el país no le permite la entrada”.

En medio de esta penosa circunstancia, Petrelis señaló que le fue devuelto el dinero que ya había pagado por concepto de su visa cubana y que, aunque cree que el gobierno cubano no le responderá, tan pronto llegue a Estados Unidos enviará una misiva a varias autoridades y expresó: “Veré qué sucede”.

Ante la negativa para su entrada a la Isla, el activista escribió un mensaje, no para el gobierno sino para los cubanos como tal, en el que expresó: “A mis amigos cubanos les digo que mi amor y respeto por ustedes no disminuyen debido a la decisión de su gobierno de negarme la entrada”.

Michael Petrelis ya habría ingresado a La Habana el pasado 2 de enero, trayendo consigo 10mil pegatinas que llevaban dibujado un arcoíris que tenían escrita la frase: “Love is Love”; así como 1200 pulseras que hacían alusión al orgullo gay; razón por la cual un funcionario de inmigración del Aeropuerto Internacional José Martí lo “tocó en el hombro” y lo llevó hasta “un cuarto de entrevistas”, según reportes del periódico Washington Blade.

En el mencionado cuarto, el agente cuestionó a Petrolis por los artículos que traía, a pesar de que les indicó que éstos fueron solicitados por la organización Cenosex, dirigida por Mariel, la hija de Raúl Castro; y similares situaciones vivió en la casa que rentó en La Habana por lo que lo citaron a lo que él denominó “un cuartel del Ministerio de Interior”.

Ya de salida, nuevamente fue interrogado en el aeropuerto por otro funcionario que se identificó como Carlos, por lo que el activista se cuestionó diciendo: “Aunque él diga que el gobierno me ve como un amigo del pueblo cubano y que no tengo nada de qué preocuparme, el acoso que sufrí me obliga a preguntarme: ¿si es así como tratan a sus amigos, qué trato recibirán los enemigos del Ministerio del Interior?”.

Más adelante agregó: “Como un ciudadano consciente y progresista de los Estados Unidos, que ha reclamado responsabilidades a su gobierno a lo largo del tiempo, creo que la vigilancia a que fui sometido en Cuba equivale a acoso”.

Con Información de CiberCuba