Migrante cubana cruzó la selva del Darién con un hijo pequeño en brazos

Niurka Gonzáles Osorio, migrante de origen cubano, relató para el Diario de Cuba, la fascinante historia sobre su supervivencia cuando atravesó la selva del Darién entre Colombia y Panamá.

Travesía que recorrió con su hijo pequeño.

En su viaje con destino a la frontera entre Estados Unidos y México, donde podría solicitar el asilo político a las autoridades americanas, tuvo que atravesar ríos, pantanos, lomas, durante días y noches enteras.

“(En el Darién) lo único que importa es conservar la vida. Poco a poco, uno va botando ropa, artículos de aseo y recuerdos para aligerar la carga”, relata la madre.

A diferencia de algunos migrantes, con mayores recursos económicos, que pueden realizar la “versión turística” del trayecto, desde Capurganá hasta Sapzurro, desde donde pueden dirigirse a Puerto Obaldía, Niurka y sus familiares debieron realizar un viaje más peligroso.

La familia Gonzáles Osorio, así como decenas más de inmigrantes cubanos, salieron de la comunidad costera de Necoclí el pasado 25 de marzo, para emprender el peligroso viaje a tierras mexicanas.

A su llegada a Puerto Obaldía, fueron detenidos por el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (SENAFRONT), durante dos días. Posteriormente, algunos de sus acompañantes optaron por continuar por la montaña de Armila con destino a Darién.

“Entre ellos iba un babalawo que murió al intentar subir esa loma […] Fue un infarto. Antes de subir la loma de Armila, se tomó una Red Bull y a los minutos falleció”, relata para el medio.

Pero esa no fue la única perdida, dos africanos fueron asesinados por los “indios chocos” de Darién, quienes robaron sus pertenencias y abandonaron los cuerpos en la selva; “Seguro serán comidos por las fieras como ha sucedido con decenas de migrantes”, comenta con tristeza.

De acuerdo a la información recabada por el medio cubano, varios de los migrantes isleños, entre los que se incluyen varias mujeres embarazadas, recibieron un permiso especial para su llegada a Puerto Obaldía; permiso que fue otorgado tras doce horas de protestas a la intemperie.

“La gente ha sido muy amable, pero mi esposo fue multado con 200 dólares por andar sin camisa por la calle. Fue al hospital para que lo curaran de un grano ciego que tenía. Él le pidió permiso al guardia que nos custodiaba, pero de nada sirvió la explicación a la autoridad máxima del pueblo”, narró la mujer cubana.

De los casi 90 migrantes cubanos que arribaron al puerto, alrededor de 48 de ellos tomaron un vuelo chárter hacia Metetí, el pasado 3 de abril. Niurka y el resto de su familia tomaron el mismo vuelo al día siguiente, en el que también estuvieron otros diez cubanos.

Sin embargo, unos 24 cubanos continúan en Puerto Obaldía, en espera de ayuda por parte de sus familiares en Estados Unidos o de las autoridades migratorias para poder seguir su viaje.

Con información de Cubanos por el Mundo