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Miles de cubanos sin recibir el pollo de la canasta básica por merma
“El sistema de distribución hoy está dando merma en las carnicerías»
Miles de cubanos residentes en el consejo popular Juan Delio Chacón Aldana, en la Isla de la Juventud, esperan desde hace meses para recibir el pollo de la canasta básica debido a merma en el producto.
Desde 2021, es común que en esa localidad no se entregue ese alimento, única carne que muchos consiguen poner en su mesa, porque se reciben las cajas con merma, que constituye “el margen razonable de pérdidas o diferencias que asume el giro comercial minorista”.
Media tonelada de pollo se debe a la población hasta el momento, lo cual ha afectado a 1.086 consumidores, según informó al periódico local Victoria, Maidelín Mora Suárez, administradora de la bodega “Sierra Maestra”. Sin embargo, la cifra podría continuar en ascenso, pues las autoridades no pusieron fecha a la solución del problema.
“El sistema de distribución hoy está dando merma en las carnicerías, incluso se han hecho muestreos aquí cuando se deja el producto en el establecimiento y por la cantidad de agua convertida en hielo que trae, hay faltante”, indicó.
Aseguró que la directora de Comercio “está consciente de que existe merma, pero su organismo no le ha orientado el pago de la misma. No obstante, anunció que una vez entre el pollo a las unidades gastronómicas de esa asignación será pagado a quienes no lo adquirieron”.
Mientras los directivos se ponen de acuerdo, niños, ancianos y personas enfermas son privadas de comer esa carne. En medio de la escasez que vive la Isla, esa demora equivale a apretarle la soga un poco más a los cubanos.
“Chacón tiene una desventaja: su bodega tiene muchos núcleos, por lo cual la cantidad que se deja aquí en cada envío es considerable. Se ha tomado la estrategia de que cuando llegue –como la nevera no tiene las condiciones para guardar tanta carne– el carnicero despache mientras haya población en cola y así no sería tanta la que se quede descongelando porque al final esa agua viene en el pesaje”, dijo Maidelín Mora Suárez.
Junto al atraso en la entrega del producto, viene también el maltrato a la población afectada y el “típico peloteo” de los funcionarios. Bertha Reyes Armas, una vecina, contó al citado medio de prensa que fue a comprar el pollo un día después de que entrara a su bodega y ya no había.
El carnicero le aseguró que habían recibido la cantidad establecida. “Entonces, ¿dónde está el mío?”, le preguntó y este le respondió: “‘Si un día se paga merma se te venderá’. Ante mi reclamo y decir que me quejaría, sus palabras fueron: ‘Puedes hacerlo donde tú quieras, no te dirán nada, no resolverás’”.