Militares venezolanos desde el exilio detallan sus motivos de abandonar las FABV

Muchos efectivos militares de Venezuela han desertado por su negativa de reprensión a seguidores del opositor Guaidó, reconocido como el presidente interino encargado, luego que Maduro el 10 de enero, quiso continuar como mandatario de los venezolanos, y no haya permitido el acceso a la ayuda humanitaria, así declararon a Reuters 6 de los militares refugiados en Colombia y Brasil.

Según las informaciones, Maduro dispuso a la Guardia Nacional Bolivariana contener las movilizaciones que se oponen a su gobierno y ya son muchos los que han desertado, explicaron cinco sargentos y una teniente de la Guardia Nacional venezolana.

Desde el pasado 23 de febrero, fecha en la cual Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera para evitar la entrada de la ayuda humanitaria, procedente de Colombia en colaboración con muchos países solidarizados con el pueblo de Venezuela, las autoridades migratorias han confirmado que más de 1.400 militares han desertado y están refugiados en Colombia y 60 en Brasil.

De los entrevistados, quienes por medidas de su seguridad personal solicitaron no le fuese revelada su identidad, la teniente expresó:

«Han salido muchos militares, en su mayoría de la Guardia Nacional, hay poco Ejército, hay poca aviación, hay poca armada. Y todavía vendrán más. Hay más personal que se quiere ir», y narró haber llegado a pie hasta la ciudad brasileña de Pacaraima, en la frontera, caminando muchas horas por senderos que las comunidades indígenas transitan.

Así mismo, las autoridades han señalado que por agravarse más la situación-país, son más los desertores que se esperan.

De igual modo aseguraron los desertores y han expuesto en queja que, sus comandantes recibían grandes salarios y comisiones por productos por permitir el contrabando, mientras que los militares de menor rango son los que arriesgan sus vidas en las calles por poco salario.

«Ellos ya tienen sus familias fuera del país, ellos viven bien, comen bien, tienen buenos sueldos y buenas ganancias», aseguró la teniente.

Además, el Ministerio de la Información venezolano, no respondió nada al respecto. Solamente en el mes de febrero, el embajador de Maduro ante ONU, Samuel Moncada, dijo al Consejo de Seguridad que, el número de deserciones de militares se había exagerado.

Así como también un portavoz de la cancillería, William Castillo, dijo en esa oportunidad que, habían escapado sólo 109 de los 280.000 efectivos de las fuerzas.

Según entrevista en un hotel de Pacaraima, un sargento venezolano quién se presentó uniformado respondió que, no podía mantener a sus dos niños con 10 dólares mensuales que es a lo que corresponde su salario y manifestó:

«Arriesgamos mucho la vida para lo poco que recibimos. Uno está para proteger al pueblo y el Gobierno quiere que uno ataque al pueblo. No puedo», dijo. «Me fui por la situación y por los malos tratos de los superiores a los subalternos, las malas ordenes que nos dan».

Todo lo contrario ocurre con los leales a Maduro, gozan de altos salarios dolarizados y perderían mucho de desertar y también agregó el sargento que, Maduro coloca a altos militares en grandes cargos al frente de organismos del Estado para que le rindan lealtad y que «El presidente sabe que si los sacan de todos esos cargos, esos mismos militares le van a dar la espalda y pueden darle un golpe de Estado».

Además, añadieron los militares informantes que, han recibido amenazas e intimidaciones para con sus familiares, les han intervenido sus teléfonos y celulares, el incremento de la crisis ha hecho que el gobierno ilegítimo contrate a grupos civiles armados, son conocidos como «los colectivos», y todo eso porque ese gobierno se tambalea. Han uniformado a reclusos y dado cargos con presunto pago de salarios, ante el espanto de militares con años de carrera.

Por su parte, Juan Guaidó, el líder opositor reconocido como mandatario encargado por varios países del mundo y actual presidente de la Asamblea Nacional, expone enérgicamente que Maduro preside un cargo ilegítimo y se propone a que abandone el poder.

Mientras que Maduro dice que Guaidó es un títere del imperio, una marioneta de EEUU que pretende darle un golpe de Estado y considera que todos los problemas económicos de Venezuela se deben a las sanciones que vienen de Washington.

A través de medios informativos es conocida la carencia de recursos, alimentos, agua, medicinas, gas, fluido eléctrico, mal servicio de internet, sueldos bajos, entre otros, que el pueblo venezolano vive.

Ante tal realidad venezolana, un sargento uniformado dijo: «Si esto sigue así, vendrá mucha sangre».

Con Información de CiberCuba