Minrex convoca a reunión a un diplomático estadounidense tras las protestas masivas

El Minrex pide a EEUU cumplir con los estándares y normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. (Foto © Periódico Cubano)

Al continuar con la desgastada estrategia de culpar a Estados Unidos de todos los problemas en Cuba, el régimen castrista convocó a una reunión al Encargado de Negocios de ese país, Benjamin Ziff, tras una nueva jornada de protestas masivas.

En el oriente de la Isla, principalmente en localidades de Santiago de Cuba y Granma, miles de personas salieron a las calles de manera espontánea para exigir una solución a los apagones, falta de alimento y crisis económica en el país.

Además de desplegar fuerzas represivas para controlar las protestas, autoridades castristas, entre ellas el presidente designado Miguel Díaz-Canel, señalaron a EEUU y a cubanos en el exilio de tener un plan con “fines desestabilizadores”.

Como parte de esta postura, en lugar de aceptar la completa responsabilidad de los problemas que generan malestar en la población, el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, expresó diferentes puntos al funcionario estadounidense.

De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), al diplomático estadounidense “se le recordaron los estándares mínimos de decencia y honestidad que se esperan de una misión diplomática en cualquier país”.

La nota también dice que la Embajada de los EEUU en Cuba no ha cumplido con estos estándares y se hizo hincapié en la obligación de todo personal diplomático de comportarse conforme a las normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

Durante la reunión, también se destacó “la responsabilidad directa del gobierno de los EEUU en la difícil situación económica que atraviesa Cuba en estos momentos”. Al diplomático le comentaron “las carencias y dificultades que enfrenta la población cubana, incluyendo la depresión e insuficiencia de abastecimientos y servicios esenciales, todo ello bajo el peso e impacto del bloqueo económico impuesto con el objetivo de debilitar la economía del país”.

Asimismo, Fernández de Cossío “repudió el constante empeño del gobierno estadounidense en limitar y obstaculizar cada esfuerzo del Estado cubano por encontrar soluciones a las necesidades económicas y sociales del país”.

Según el comunicado, pero sin demostrarse pruebas, el cubano denunció la utilización de fondos federales estadounidenses y respaldado por una poderosa infraestructura tecnológica y mediática para fines desestabilizadores.

El gobierno cubano enfatizó que, “si EEUU realmente tuviera preocupación por el bienestar del pueblo cubano, debería sacar a Cuba de la lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo, poner fin a la persecución de los suministros de combustible, dejar de perseguir cada transacción financiera de Cuba en el mundo, poner fin a la persecución contra los programas de cooperación médica cubanos, y dejar de intimidar a empresarios, visitantes, artistas y cualquier persona que interactúe con el pueblo cubano”.

Hasta el momento, la Embajada de EEUU en La Habana solo ha emitido un breve comunicado relacionado con las últimas protestas en la Isla, que dice lo siguiente:

“Somos conscientes de los informes de protestas pacíficas en Santiago, Bayamo, Granma y otros lugares de Cuba, con ciudadanos que protestan por la falta de alimentos y electricidad. Instamos al gobierno cubano a que respete los derechos humanos de los manifestantes y atienda las necesidades legítimas del pueblo cubano”.