Cubana residente en Hialeah y enferma de cáncer lleva 4 meses varada en la Isla

Una cubana con cáncer que reside en Estados Unidos lleva varada cuatro meses en la Isla, imposibilitada de seguir el tratamiento contra su enfermedad a causa de la pandemia de coronavirus.

La mujer fue operada de cáncer de mama y pretendía viajar solo 15 días a Cuba, pero la pandemia obligó al cierre de fronteras y quedó atrapada, con su familia en Hialeah esperando por ella. Además de ser hipertensa, lleva tratamientos médicos específicos, por lo que teme consecuencias graves de su estadía prolongada e imprevista.

Su medicamento se agotó y bien es conocido que el desabastecimiento prima en todo el país, siendo el sector de la salud uno de los más afectados. “Necesito el tratamiento, se me agotó. Tengo un catéter y tengo que destupirlo cada dos meses y mira qué tiempo tengo. Me tiene muy nerviosa”, dijo.

La cubana no ha podido acceder a ninguno de los vuelos humanitarios que han partido hacia EEUU, pues en ellos se ha priorizado a ciudadanos americanos.

“Estoy en un estado depresivo muy desesperada por poder regresar y seguir su tratamiento, ya he ido dos veces a la embajada y lo que me dijeron es que llenar un formulario para ver cómo me podía ir en los vuelos humanitarios y no me dan respuesta”, explica.

Su esposo aseguró que la familia en Hialeah se siente impotente por el riesgo para su salud. “Realmente yo no me siento bien, ya que pienso mucho en mi señora. Ella tenía pasaje de regreso para Miami el día 26 de marzo, vino hasta La Habana y le dijeron que no”, dijo el hombre.

Otaola sobre la prioridad a ciudadanos estadounidenses

El presentador cubano Alex Otaola presentó el caso en su programa Hola! Ota-Ola, donde explicó que actualmente la embajada de EEUU en La Habana está dando prioridad para regresar a los ciudadanos estadounidenses.

Por ello, en un comunicado reciente, la sede diplomática exhortó a los estadounidenses varados en la isla a prepararse para una “prolongada estancia”, pues no hay más vuelos humanitarios previstos.

“Si la embajada americana en Cuba recibió las cartas de sus familiares aquí, ¿por qué no la decidieron montar a ella en los vuelos humanitarios de vuelta a EEUU?, algo detectaron que no estaba claro”, sentenció Otaola.

Probablemente el hecho de que mantenga su ciudadanía cubana y viaje regularmente a la Isla no ayudó en su caso para priorizarla en los vuelos humanitarios, frente a los ciudadanos estadounidenses y los turistas ocasionales, así como aquellos residentes legales que solo viajan esporádicamente a la Isla.