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Negligencia del Gobierno obliga a familia cubana a vivir entre aguas albañales
Pese a solicitar el servicio a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado “Aguas Turquino” y haber pagado el mes adelantado, el problema persiste
La negligencia del Gobierno ha obligado a una familia en Santiago de Cuba a vivir entre sus desechos residuales.
Leonel Boligán Castillo, un jubilado de 67 años de edad y paciente oncológico que además presenta problemas locomotores en una de sus extremidades inferiores, debe padecer además las penurias del deficiente servicio del Acueducto Municipal.
Según indicó al diario Juventud Rebelde, el pasado 2 de abril Boligán solicitó el servicio de fosa ante Empresa de Acueducto y Alcantarillado “Aguas Turquino” y pagó el mes por adelantado.
Le informaron que la unidad correspondiente le visitaría el 6 de ese mismo mes, pero llegado el día, la cuadrilla no se presentó.
Boligán se comunicó en múltiples ocasiones con las autoridades competentes, hasta que finalmente el 17 de abril llegó una unidad, pero en tan malas condiciones que no pudo resolver los inconvenientes.
El chofer se comprometió a resolver si le asignaban otro vehículo. Cosa que tampoco fue posible, pues los carros no estaban operando por “falta de batería”.
El cubano acudió entonces a la delegada del Poder Popular correspondiente, donde le “prometieron” una solución inmediata, que tampoco fue cumplida.
Contactó con los Comunales y el 21 de abril, desde el Servicio de Atención a la Población del gobierno municipal, le informaron que el jefe de comunales había prometido una solución para el fin de semana.
Esa promesa también permaneció sin cumplir, mientras que en la residencia de Boligán continuaba el grave problema sanitario.
El 29 de abril, nuevamente visitó a su delegada y la jefa de Acueducto se comprometió en enviar la unidad a su vivienda para que resolviese su problema.
“Hoy 5 de mayo, nos encontramos en la misma situación”, dijo Boligán.
La directora general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado “Aguas Turquino”, Maricela Fernández Hernández, reconoció que “hubo negligencia en la prestación del servicio por parte de trabajadores de la señalada unidad”.
Justificó la molestia de Boligán y el atropello “comprobado” de sus derechos, pues el personal de la empresa pudo constatar que la fosa de la residencia de Boligán requería la limpieza desde el 17 de abril.
La funcionaria admitió la “negligencia y morosidad” con la que se manejó la situación, pues las unidades correspondientes no recibieron la solicitud a tiempo.
Ya que el caso no se atendió oportunamente, la situación en el hogar del anciano cubano representa un riesgo sanitario enorme, que se suma al actual provocado por la pandemia de la COVID-19.