«No se atiendan con ese médico» denuncia la cantante cubana Ariadna Machado tras nuevo maltrato en hospital habanero

Tras la presión ejercida por los medios de prensa independientes y las redes sociales, finalmente la cantante cubana ha logrado conseguir un yeso para su lesión. (Foto: Ariadna Machado-Facebook)

La cantante cubana Ariadna Machado ha denunciado abiertamente, a través de sus redes sociales, el nuevo maltrato al que fue sometida por un doctor en el Hospital Fructuoso Rodríguez de La Habana.

Hace tan solo unos días, la intérprete antillana pedía ayuda en una publicación de Facebook para “conseguir” un yeso que le permitiera sustituir la férula que llevaba en uno de sus brazos, y que ya no estaba haciendo ninguna función.

En esa oportunidad, Machado reveló que un doctor, al cual solo había nombrado como «Julián», la había maltratado, negándose prácticamente a atenderla y alegando que no había material para hacerle el yeso. Esto, a pesar de que ella explicara que, en su condición de músico, se le hacía imprescindible solucionar la afección.

Varios medios de prensa independientes, así como amigos y conocidos de la esposa del artista de la plástica Arturo Montoto, se solidarizaron con la intérprete y compartieron su situación para que Ariadna tuviera la ayuda que necesitaba.

Sin embargo, hace dos días la artista volvió a enfrentarse con la triste realidad del sistema de salud de la Isla, y allí volvió a encontrar a su viejo «conocido», de quien esta vez reveló su nombre completo, identificándolo como el Dr. Julián Blanco Soto, y que una vez más la maltrató y se negó a reconocer que tenía una fractura en su brazo.

«Luego de que en mi primera visita al Hospital Fructuoso Rodríguez fuera humillada por el personal presente en Servicio de Urgencias, fundamentalmente por la auxiliar de Cuerpo de Guardia (…) pasadas dos semanas asistí a la consulta correspondiente donde tuvimos que esperar algunas horas para que comenzara el largo proceso, ya que no había agua en el hospital», revela en su publicación.

De igual forma, aseguró que, aunque tenía una cita marcada con la Dra. Amelia, sería el Dr. Julián Blanco quien se haría cargo de su «caso», aunque lo único que hizo desde su entrada a la consulta sería escribir en una hoja clínica sin prestarle demasiada atención.

«El Dr. Julián escribía sin siquiera advertir mi presencia. Esperé a que me indicara que podía sentarme y al cabo de un rato opté por no esperar más y tomé asiento. Sin mirarme, me preguntó literalmente: ‘¿Qué te pasa?’ Le expliqué pacientemente (…). Luego miró mi placa y me dijo: ‘Yo no veo nada aquí, es más, aquí no hay fractura. Esto no lleva yeso. Ahí no tienes nada'», asevera la indignada paciente.

Tras intentar explicarle el dolor que presentaba todo el tiempo y mostrarle las condiciones en las que se encontraba la férula, el «doctor» solo le dijo que la «cuidara, porque no hay yeso», casi como un chantaje.

«¿Por qué en Cuba no hay yeso si esto es una potencia médica?», increpó Ariadna al galeno, a la vez que advirtió a quienes sean atendidos por él que «busquen una segunda opinión, o mejor aún, definitivamente no se atiendan con este médico, ya que sus rasgos distintivos son la indolencia y la falta de ética profesional», denunció la artista.

En su publicación, Machado deja una imagen de una radiografía donde se percibe claramente la lesión que presenta en el hueso y que el galeno no quiso reconocer.

Y es que, a la falta de recursos en las instituciones médicas del país, se ha unido la desidia de muchos de sus profesionales, quienes se ven obligados a trabajar sin recursos y por salarios mínimos, volcando sus frustraciones sobre quienes asisten allí por pura necesidad.

Cabe destacar que esta no es una ley absoluta y que, como toda regla, tiene su excepción. Aún quedarán médicos y enfermeras que no maltraten a sus pacientes y que, a pesar de tener que salir a hacer colas durante horas por un pedazo de pollo viejo después de 24 horas de guardia, le sonrían a quienes sufren la desgracia de vivir en un país que se cae a trozos gracia a la incompetencia de su gobierno.