Nube tóxica de polvo amenaza a la ciudad de Moa, en Holguín

Nube tóxica de polvo amenaza a la ciudad de Moa, en Holguín (CAMILO VELAZCO PETITTÓN/FACEBOOK).

Una nube de polvo tóxica con presuntos desechos de metales pesados, llegó a la ciudad de Moa en Holguín este fin de semana, amenazando la salud de los habitantes.

El polvo fue arrastrado por el viento desde el fondo de las presas de colas de la fábrica Ernesto Che Guevara, que se encuentran sin agua debido a la larga sequía que azota Cuba.

Por esto, el depósito de contaminantes desechados de la fábrica quedó expuesto, según informó el director de la emisora local La Voz del Níquel, Camilo Velazco Petittón.

“Para que se tenga un idea, desde el 30 de marzo a la fecha en Moa solo precipitó un milímetro de agua, provocando la evaporación del espejo de agua de la presa, a lo que se suman los fuertes vientos imperantes en estos momentos de sureste, enviando el polvo a la ciudad”, explicó el locutor.

Nube tóxica de polvo amenaza a la ciudad de Moa, en Holguín (CAMILO VELAZCO PETITTÓN/FACEBOOK)

Petittón indicó que las autoridades se encuentran laborando en jornadas de hasta 18 horas para intentar mitigar la nube, pero que es necesario un poco de lluvia para que los desechos se asienten nuevamente.

Contaminantes en Moa

Pese a que el reporte del locutor destacó la intervención del gobierno minimizar el impacto de la nube de polvo, en el foro de su publicación numerosos habitantes de Moa se quejaron de la situación.

“Este es el resultado de la no ejecución de los planes medioambientales previstos en los proyectos para el cierre de la presa de colas vieja que fueron sustituidos por problemas de importación. Esto ya ha pasado varias veces y va seguir pasando hasta que no se ejecuten acciones de vegetación y otras diseñadas años atrás”, señaló un usuario.

Según el Centro Nacional de Recursos Minerales de Cuba, la Isla tenía alrededor de un tercio de las reservas de níquel conocidas del mundo.

Mientras que el régimen cubano se beneficia de exportar estos minerales a China, Europa y Canadá, no ha dedicado nada de lo obtenido a la inversión para modernizar la industria, lo que provoca estos desechos contaminantes en el agua y el suelo del territorio.