Nuevas medidas del régimen: «No queremos migajas, solo la libertad»

El régimen posibilitó la entrada de alimentos, insumos médicos y aseo sin regulaciones aduanales. (Foto ilustrativa: Periódico Cubano)

Tras la presión ejercida por las protestas del 11 de julio a lo largo y ancho de todo el país en contra del régimen, el gobierno anunció este miércoles 14 de julio un grupo de medidas que buscan calmar los ánimos y el enorme descontento social con la gestión del ejecutivo encabezado por Miguel Díaz Canel.

La medida más relevante, y se puede decir la única que impacta realmente en la ciudadanía, fue la suspensión, “con carácter excepcional”, del límite de entrada de alimentos, aseo y medicamentos como equipaje acompañado a partir del 19 de julio y hasta el 31 de diciembre.

La nueva prerrogativa, que busca paliar la enorme crisis de medicinas, alimentos y aseo en el país, así como otros bienes de primera necesidad, dejó al descubierto una vez más a la dictadura.

El gobierno siempre tuvo en sus manos la capacidad de permitir la entrada de viajeros cubanos con dichos insumos, sin embargo esa posibilidad siempre estuvo vetada, incluso durante más de un año inmersos en la peor pandemia de los últimos 100 años.

A pesar de la COVID-19, el régimen encabezado por Díaz-Canel no le importó que miles de familias cubanas viven en su día a día para adquirir las medicinas necesarias para combatir una simple enfermedad.

Tampoco se sensibilizaron con aquellas personas, sobre todo niños y ancianos que sin más soluciones tuvieron que recurrir a la medicina tradicional e incluso la veterinaria para tratar enfermedades curables y prevenibles.

Solo la fuerza de las protestas y la presión tanto nacional como internacional obligaron a un gobierno contra las cuerdas a ceder en determinados ámbitos donde en otras condiciones no lo realizaría nunca.

Días atrás, voceros y periodistas oficialistas llamaban mercenario a aquellas personas que con los hashtag #SOSCuba y #SOSMatanzas pedían una ayuda desesperara de medicamentos a través de las redes sociales para atender los crecientes casos de coronavirus.

Un episodio cínico fue el protagonizado por la periodista oficialista Bárbara Betancourt quien dijo le «daba risa» la solicitud de abrir un canal humanitario que posibilitase el envío de medicamentos a la isla.

Sin embargo, la ridiculizada fue Betancourt luego de que el propio gobierno al cual representa se viera obligado a tomar esta medida de corte populista con el propósito de calmar los ánimos y desviar la atención.

«Tuvo que salir la gente a la calle, poner muertos, mostrar músculo, para que ellos hicieran esta mínima concesión. Porque a la larga, lo que han demostrado siempre, es que reaccionan a la presión. Solo a eso. No entienden de diálogo, de peticiones, de solicitudes de personas que les son cercanas ideológicamente. No. Solo ceden a la presión», manifestó el periodista cubano Jose Raúl Gallego.

Sin embargo, el propio  Gallego recordó que la gente en las calles no solo pedían comida y medicinas, pedían Libertad.

La medida no tendrá por lo pronto ningún efecto palpable dentro de la realidad diaria que viven los cubanos, debido a que las posibilidades de viaje son sumamente escasas debido a las restricciones para evitar la propagación de la COVID-19.