Once ministros de economía no han podido con un “modelo fracasado”

Desde que el régimen castrista llegó al poder en 1959, el Partido Comunista (PCC) comandado primero por Fidel Castro y luego por sus “herederos” se han designado 11 ministros para comandar la economía nacional. Primero al frente de lo que fue la Junta Central de Planificación y luego bajo el nombre de Ministerio de Economía y Planificación (MEP).

Ninguno de estos funcionarios han logrado enderezar la economía nacional, pues se trata de un “modelo fracasado”, según el economista cubano Mauricio de Miranda. “El problema no son los ministros. El problema es el sistema. El problema es que se sigue apelando a un modelo fracasado. El problema es que el Estado es gigante e ineficaz. Y además, autoritario y despótico”, explicó.

No obstante, la gestión del ahora defenestrado Alejando Gil Fernández, quien ocupa la cartera desde 2018, ha sido nefasta. Cuba cerró 2023 con una inflación interanual del 31.34% en el mercado formal, frente a un 39.07% de 2022, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei).

Gil Fernández, al igual que Marino Murillo, fueron las figuras más visibles en el diseño e implementación del erróneo Ordenamiento Económico. A Murrillo se le liberó de sus funciones hace menos de dos años, pero le dieron el cómodo puesto de director de Tabacuba; sin embargo, a Gil Fernández lo destituyeron sin mencionar tan siquiera que se le iban a asignar “otras responsabilidades”.

El paquete tiene un problema de secuencia. No asegura primero la respuesta de oferta, sobre todo de alimentos. Además, con un déficit fiscal equivalente a 18,5% del PIB no habría estabilización macroeconómica

— Pedro Monreal (@pmmonreal) February 3, 2024

En ese sentido, el también economista Pedro Monreal explicó que “reemplazar dos de los tres ministros claves de un programa de ‘estabilización macroeconómica’ pudiera indicar algún tipo de ‘incidente’ (no cibernético) en el lapso entre el Consejo de Ministros (29/1/2024) y el aplazamiento del alza de precios de combustibles (31/1/2024)”.

Monreal también coincide en que “la crisis y los problemas del paquete son sistémicos, pero es problemático hacer cambios sustantivos en el equipo que diseñó un paquete aprobado y recién iniciado”. Todo indicaba que “en febrero se aplicaría una medida potencialmente irritante a nivel ciudadano (alza de precios) y habría ajetreo burocrático para intentar modificar procesos y cuantías de la distribución del recurso más escaso de la economía nacional: las divisas”.

La hipótesis del catedrático es que “quizás las aprehensiones respecto a una eventual inestabilidad social y política, más posibles desacuerdos burocráticos relativos a la distribución de las divisas ‘reventaron’ el cronograma y provocaron cambios en el equipo económico”.

Ahora que la cúpula del régimen castrista pretende cargar las culpas sobre los funcionarios defenestrados, De Miranda se pregunta qué va a pasar cuando una vez más, al igual que ha sucedido con los 11 ministros de economía anteriores, la situación no mejore.

“¿Qué va a pasar cuando la economía no crezca suficientemente? ¿Qué va a pasar cuando no se logre recuperar el ya muy deteriorado nivel de vida de la población? ¿Qué va a pasar cuando no se logre la estabilización macroeconómica, que no se va a lograr con las medidas anunciadas? ¿Qué va a pasar cuando la mesa del cubano de a pie, siga siendo una mesa de hambre? ¿Qué va a pasar cuando siga siendo una odisea ir a trabajar porque no hay transporte? ¿Qué va a pasar cuando continúen los cortes de electricidad? (…) ¿Una vez más, nada?”, cuestionó el profesor titular de la Universidad Javeliana de Cali.